Bilal nació sordo, en Marruecos, hace tres años. Nadie le diagnosticó hasta el año y medio, cuando llegó a España. Gracias a un implante coclear, el pequeño ha podido escuchar por primera vez la voz de su padre.
El implante está colocado en el oído y emite señales. Es una especie de cable que sustituye al nervio auditivo y se va encendiendo por partes. El Hospital Niño Jesús ha hecho quinientos implantes cocleares en niños, quinientos pequeños milagros.
Bilal, al principio extrañado, no pudo evitar las lágrimas en la prueba de fuego: cuando los especialistas del hospital golpearon un tambor. El padre del niño, pese a las lágrimas del pequeño, lo celebró por fin.
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