Los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia sobre una nave industrial que carecía de actividad laboral y que desprendía un fuerte olor. Tras un registro se localizaron 466 plantas de marihuana y veinte kilos de cogollos, así como toda la infraestructura necesaria para su cultivo, mantenimiento y manipulación.

La investigación realizada por la Ertzaintza, que finalizó este pasado miércoles con la imputación de los implicados, se inició a mediados del pasado mes de mayo, tras establecerse un dispositivo de vigilancia sobre una nave industrial de la localidad de Galdakao, ya que se sospechaba que pudiera hallarse una plantación ilegal de marihuana debido al fuerte olor que emanaba de uno de los pabellones.

La nave, que estaba en régimen de arrendamiento, no tenía actividad laboral, aunque era frecuentada de manera esporádica por varias personas. Ante tales evidencias, la Ertzaintza procedió el miércoles, sobre las 11.00 horas, a interceptar a uno de los arrendatarios y a inspeccionar el recinto. El cultivo se encontraba oculto tras una estructura en apariencia fija pero que se elevaba y daba acceso a los habitáculos donde se hallaba la plantación.

Los agentes se incautaron de 466 plantas de marihuana y veinte kilos de cogollos, así como elementos necesarios para el cultivo, mantenimiento y manipulación de la plantación -lámparas, termostatos y ventiladores-.

Una vez identificadas las cuatro personas implicadas, los agentes procedieron a imputarles un presunto delito de tráfico de drogas y también a la retirada del material incautado.