La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha este viernes un dispositivo especial veraniego ante el aumento de vehículos en las carreteras, puesto que prevé que se produzcan 89,3 millones de desplazamientos en julio y en agosto, lo que supone la cifra más alta desde el verano de 2005, cuando comenzó la serie histórica, y un 2% más que el año pasado.

En el verano de 2005 se detectaron 85,2 millones de viajes en carretera, una cantidad que subió a 86 millones en 2006 y a 87,7 millones en 2007. Entre 2009 y 2013, coincidiendo con los años más duros de la crisis, se encadenaron descensos consecutivos de trayectos veraniegos por carretera, hasta caer a 76 millones. Después se han producido aumentos anuales: 78,5 millones en 2014; 81,1 millones en 2015; 85,1 millones en 2016, y 87,6 millones en 2017.

El dispositivo tendrá tres fases especiales: del 29 de junio al 1 de julio (operación salida en la que se esperan 4,4 millones de desplazamientos), del 31 de julio al 1 de agosto (cambio de mes) y del 31 de agosto al 2 de septiembre (operación retorno). La vigilancia se intensificará el 14 y el 15 de agosto, por la celebración de numerosas fiestas patronales, así como todos los fines de semana. La operación de verano coincidirá con la de Paso del Estrecho, en marcha del 15 de junio al 15 de septiembre, cuando se esperan 700.000 desplazamientos por carretera atravesando la península.

Las primeras horas de esta primera fase han transcurrido con las retenciones de un fin de semana normal, concentradas sobre todo en las salidas de Madrid, y, hasta las ocho de la tarde, sin accidentes mortales.

A las tres de la tarde ha dado comienzo el primer éxodo de coches del verano, que concluirá este domingo y que fundamentalmente será de salida de conductores hacia lugares de vacaciones.

Durante la tarde, se han producido diversas complicaciones en varias vías de salida de la capital, especialmente en la A-1, con retenciones en el Circuito del Jarama, Cabanillas de la Sierra y en Somosierra, en este caso por un accidente.

También ha habido tráfico lento en la A-2 en Torrejón de Ardoz, en la A-3 en Rivas Vaciamadrid, en la A-4 en Pinto y Aranjuez, en la A-42 en Fuenlabrada y Torrejón de la Calzada y en la A-6 en Majadahonda y Las Rozas.

En Barcelona, ha habido congestiones habituales en los accesos a la Ciudad Condal en la A-2 en Sant Joan Despí y en la C-58 en Sant Quirçe del Vallés, además de en la AP-7 en Barberá del Vallés y en las rondas B-10 y B-20.

Los problemas en Valencia se concentraban en el acceso a la ciudad en Ribarroja del Turia y en Xirivella, en Alicante en la A-70, en Málaga en la A-7 en San Pedro de Alcántara, en ambos sentidos, y en Arroyo de la Miel en sentido Cádiz.

En Sevilla ha habido densidad circulatoria en la A-4 en Bellavista, en sentido Málaga, y en la SE-30 en diversos tramos.

La siniestralidad en meses veraniegos ha presentado variaciones desde 1970, con el año más trágico en 1989 (1.378 muertos) y el mejor en 2014 (220 víctimas).

La primera vez que se superó el millar de muertos en las carreteras fue en 1978 (1.125) y la cifra descendió por primera vez de los 500 en 2008 (447). La mejor época fue el septenio entre 2008 y 2014, cuando se encadenaron siete años consecutivos de descenso de la mortalidad (de 447 a 220).

En las carreteras habrá unas 1.500 patrullas de la Guardia Civil, desde el aire se vigilará con 10 helicópteros (uno de ellos en Baleares) y cinco drones (uno en Canarias). Estos aparatos sobrevolarán las carreteras convencionales, donde se producen el 80% de los accidentes.

Durante el dispositivo especial del verano, la DGT instalará carriles reversibles y adicionales con conos en los momentos de mayor afluencia circulatoria, paralizará las obras en determinadas carreteras, restringirá la circulación de vehículos de mercancías peligrosas y transportes especiales en algunos momentos, diseñará itinerarios alternativos para evitar los atascos y pondrá en marcha cuatro campañas de vigilancia centradas en motos, furgonetas, velocidad y alcohol y drogas.

La 'operación salida' arranca además esta tarde con los precios más altos de los carburantes por estas fechas desde 2014. El precio medio del litro de gasóleo se sitúa en los 1,223 euros, mientras que la gasolina marca los 1,319 euros, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).

Con respecto al arranque de la 'operación salida' del verano del año pasado, el precio del litro de gasóleo es un 17,4% más caro, mientras que en el caso de la gasolina el encarecimiento es del 12,6%.

Así, el llenado de un vehículo con un depósito medio de 55 litros de gasóleo cuesta en la actualidad 67,26 euros, casi diez euros más que en las mismas fechas de 2017, mientras que en el caso de la gasolina asciende a 72,54 euros, casi ocho euros más. A pesar de ello, los precios de los carburantes han dado un respiro para los conductores en las últimas semanas, en las que acumulan tres caídas consecutivas desde los máximos que tocaron a principios de junio.

Autopistas ha activado un dispositivo especial de tráfico, coincidiendo con la operación salida de verano, con el objetivo de facilitar y dar cobertura al incremento de desplazamientos en su red viaria, según ha informado la compañía del grupo Abertis.

El operativo contempla, entre otras medidas, reforzar los equipos de profesionales que trabajan en la autopista para atender las necesidades derivadas del aumento de tráfico previsto durante el último fin de semana de junio.

El año pasado, las autopistas gestionadas por la compañía registraron una Intensidad Media Diaria (IMD) de 28.600 vehículos durante la operación salida del verano. De cara a este año, y respecto a este fin de semana, la compañía prevé que el tráfico aumente en un 2% respecto al año anterior en su red viaria.