Los líderes de la UE acuerdan ampliar otros seis meses las sanciones a Rusia

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tras una noche de negociaciones durante la cumbre del Consejo Europeo en Bruselas.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tras una noche de negociaciones durante la cumbre del Consejo Europeo en Bruselas.
Oliver Hoslet / EFE
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tras una noche de negociaciones durante la cumbre del Consejo Europeo en Bruselas.

Los líderes de la Unión Europea acordaron este viernes prolongar seis meses más las sanciones económicas a Rusia por su papel en la crisis separatista en el este de Ucrania y por no haber aplicado suficientemente los acuerdos de paz de Minsk.

Los líderes tomaron esta decisión tras escuchar de la canciller alemana, Angela Merkel, y del presidente francés, Emmanuel Macron, un balance de la implementación de los acuerdos de paz.

Esos dos países representan a la UE en el llamado formato de Normandía, en el que junto a Kiev y Moscú tratan de llegar a una solución para la crisis ucraniana.

La UE condiciona el fin de las sanciones económicas a Rusia a la aplicación total del acuerdo de Minsk y aún hay faltas en su implementación, que incluye la retirada de armamento pesado o el respeto al alto el fuego.

Las actuales sanciones vencen el próximo 31 de julio, fecha hasta la que tiene de plazo el Consejo de la UE para formalizar el acuerdo político adoptado ahora por los líderes y publicar las actas legales necesarias para la renovación de las medidas restrictivas.

Relaciones comerciales con EE UU

Los jefes de Estado y de Gobierno respaldaron por otro lado las represalias comunitarias en respuesta a los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio, e instaron a "responder a todas las acciones de clara naturaleza proteccionista, incluyendo aquellas que cuestionan la Política Agraria Común (PAC)".

La imposición por parte de EE UU de aranceles provisionales del 34,75% a la aceituna negra de mesa española ha puesto en tela de juicio el sistema de subsidios de la PAC, una acción unilateral en la línea de aquellas a las que los Veintiocho instaron a "responder".

Las relaciones comerciales con Estados Unidos, incluyendo las "amenazas potenciales" que supondría una posible imposición de aranceles sobre los automóviles europeos, se abordaron con vistas al próximo viaje, aún sin fecha, del presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, a Washington para reunirse con el presidente estadounidense, Donald Trump.

Tras advertir del "contexto de crecientes tensiones comerciales", los líderes se refirieron también a la reforma de la OMC (Organización Mundial del Comercio), entidad duramente criticada desde Washington, e instaron al Ejecutivo comunitario a "proponer un enfoque completo para mejorar su funcionamiento".

Esta reforma se centraría en áreas como la flexibilidad de las negociaciones, nuevas reglas para abordar retos actuales, la reducción de los costes del comercio, un nuevo enfoque para el desarrollo o un sistema de resolución de disputas más "efectivo y transparente".

Los líderes también subrayaron que "la UE continuará negociando acuerdos ambiciosos, equilibrados y mutuamente beneficiosos con socios clave de todo el mundo", y aseguraron que la reciente modernización de los nuevos instrumentos de defensa comercial "contribuirá a asegurar la igualdad de oportunidades".

Seguridad y defensa

En la reunión también se habló de cuestiones como la necesidad de seguir avanzando para mejorar la movilidad de tropas en el territorio comunitario, la defensa ante amenazas híbridas o la desinformación.

"Europa debe asumir mayor responsabilidad en lo que respecta a su propia defensa y apuntalar su papel como actor creíble y de confianza en el área de la seguridad y la defensa", señalaron los líderes de la UE en unas conclusiones aprobadas durante el Consejo Europeo que se celebra este jueves y viernes en Bruselas. En concreto, defendieron iniciativas para incrementar la "autonomía estratégica" de la UE a la vez que se complementan con las actividades de la OTAN.

Entre ellas, abogaron por la simplificación y estandarización de normas y procedimientos para facilitar la movilidad militar de cara a 2024, en pleno respeto con la soberanía de los Estados miembros. También instaron a completar el desarrollo de proyectos bajo la llamada cooperación estructurada permanente en Defensa (PESCO), en la que participa España junto a otros Estados miembros que persiguen metas más ambiciosas en ese ámbito.

Los líderes puntualizaron que esperan que se apruebe la próxima tanda de proyectos en noviembre y pidieron al Consejo de ministros de la Unión decidir las condiciones para la participación de países terceros en esas iniciativas, con las que la UE quiere ganar más autonomía frente a socios como Estados Unidos.

Asimismo, instaron a llegar a un acuerdo para finales de año sobre un pacto que refuerce la Política de Defensa y Seguridad Común, que proporciones un nuevo marco europeo a misiones de gestión de crisis.

Por lo que se refiere a las amenazas híbridas, así como a las químicas, biológicas, radiológicas y nucleares, pidieron un nuevo régimen de sanciones a nivel de la UE frente a la proliferación de esas armas.

Desinformación

En ese contexto, solicitaron a la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, un plan de acción para diciembre con propuestas específicas para "una respuesta coordinada al desafío de la desinformación".

Además, enfatizaron la necesidad de reforzar capacidades contra las amenazas cibernéticas que llegan desde fuera de la UE y de ampliar la coordinación entre Estados miembros y con la OTAN para "reducir la amenaza de actividades de inteligencia hostiles".

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