Sánchez llega a su primera Cumbre, que estudiará retener a los migrantes fuera de la UE

  • La Alta Representante de la UE asegura que ha trabajado la idea con la ONU y ACNUR.
  • España quiere eliminar el criterio de que el país de llegada del inmigrante es el que se encarga de su asilo
  • Holanda defiende un acuerdo con los países africanos como el polémico convenio con Turquía.
Sánchez y Juncker en una reunión previa al Consejo Eurpeo del pasado junio.
Sánchez y Juncker en una reunión previa al Consejo Eurpeo del pasado junio.
EFE
Sánchez y Juncker en una reunión previa al Consejo Eurpeo del pasado junio.

El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, participa este jueves en su primer Cumbre de la UE donde previsiblemente escuchará, durante la cena con el resto de 28 jefes de Estado y de Gobierno, los detalles de la propuesta del presidente del Consejo de la UE, el polaco Donald Tusk, para crear "plataformas de recibimiento" de migrantes fuera del territorio europeo, en concreto en países de África considerados de tránsito de los flujos que atraviesan después el Mediterráneo en embarcaciones como el Aquarius.

En una comparecencia previa este miércoles en el Congreso, Sánchez consideró que esta idea "puede ser una buena opción", pero también dijo que estaba a la espera de "ver el detalle, cuáles son los principios que van a regir, si se van a respetar los convenios sobre derechos humanos".

En este sentido, la Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, la italiana Federica Mogherini, ha asegurado que ha estado trabajando con la ONU y con su agencia para los refugiados ACNUR sobre una propuesta de la Comisión Europea sobre estas "plataformas de recibimiento" que "sean sostenible pero sobre todo respeten plenamente los derechos humanos y el Derecho Internacional".

Asimismo, es previsible que durante la cena el presidente de Francia, Emmanuel Macron, exponga también su idea de crear lo que se ha llamado "puertos seguros", la creación de "centros cerrados de desembarco" que, a diferencia de la idea que plantea Tusk, estarían dentro de territorio de la UE, en zonas de llegada y desde donde se gestione la situación de los inmigrantes y se los reparta por otros países Europeos.

A su llegada al Consejo Europeo, Macron ha apostado, como hizo Sánchez este miércoles, por una "solución europea y de cooperación" en lugar de una "solución nacional" y ha apostado por "modernizar el trabajo en las fronteras" tanto en el "seno europeo" como "en el exterior".

Una cumbre de las duras

De momento, se desconocen los detalles de la propuesta que planteará a los líderes de la UE Tusk, que en su carta de invitación a este primer Consejo Europeo para Sánchez, habla de "establecer plataformas regionales de desembarco fuera de Europa, si es posible en colaboración con ACNUR y la Organización Internacional de Migraciones, para cambiar el funcionamiento de las operaciones de búsqueda y rescate".

"Nuestro objetivo debería ser romper el modelo de negocio de los traficantes, ya que este es el modo más efectivo de parar los flujos y acabar con la trágica pérdida de vidas en el mar", continúa en su carta Tusk.

No se espera ninguna decisión de esta Cumbre y lo máximo que ocurriría es que los jefes de Estado y Gobierno hagan una propuesta a sus ministros del Interior para que trabajen sobre ella en el Consejo.

No obstante, las posiciones parecen muy distanciadas de momento. Mogherini admitió a su llegada que va a ser "un día" largo porque, según fuentes diplomáticas europeas, "está todo muy abierto" y con posiciones "muy enfrentadas" entre los países miembros.

España pide solidaridad

La disparidad de opiniones no va en favor a la posición de España, que reclama "solidaridad" entre los Estados miembros para repartir la carga de la llegada de inmigrantes que, por motivos geográficos obvios, entran por países como el nuestro o Italia. Asimismo el presidente ha dejado clara también su preocupación por que este proceso respete los derechos humanos y la "dignidad" de los que llegan.

En este sentido, las pretensiones españolas podrían verse perjudicadas, por una parte, por los países considerados más duros, del Este de Europa, a los que se atribuye una menor preocupación por la situación que podrían tener los migrantes en las plataformas fuera de territorio europeo.

En el otro extremo, los países interiores de la UE, aquellos que sólo tienen fronteras interiores y no sufren de primera mano la llegada de migrantes, podrían no tener ningún interés en la solidaridad para el reparto de cargas que reclama España.

En relación con otro de los puntos sobre política migratoria que figura en la agenda de este Consejo Europeo, España está a favor de modificar el llamado Sistema de Dublín por el que los Estados miembros identifican a los inmigrantes para ver si tienen derecho a pedir asilo político.

Este mecanismo se rige por el "criterio de primer país de entrada" es decir, se hace cargo de él el primer Estado al que llega, algo que la UE reconoce que convierte en responsable a un pequeño número de países. Entre ellos, España y por eso el Gobierno quiere eliminar este criterio.

Sánchez cuenta con el apoyo de Macron, que tras la llegada del buque Aquarius se ha convertido en un gran aliado en cuestiones migratorias, y también de la canciller alemana, Angela Merkel, que le prometió que habrá más fondos europeos para España, para negociar con países de origen y tránsito.

También el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, parece ser consciente de la carga que afrontan países como España e Italia y que ha hablado de "compartir la carga" y a que todos los países de la UE "reconozcan la urgencia" a su llegada al Consejo Europeo.

Otro acuerdo UE-Turquía

Asimismo, Rutte ha planteado otra alternativa, reproducir con los países africanos un convenio como el polémico acuerdo que firmó la UE con Turquía en 2016 para contener los ingentes flujos de refugiados que entraban por Grecia y Hungría huyendo de la guerra en Siria.

A cambio de ayudas europeas a Ankara que dos años después se cifraban en 6.000 millones de euros, toda persona que intentara entrar de manera irregular en la UE por Grecia sería deportada a Turquía, según un convenio que muchas ONG han calificado de "acuerdo de la vergüenza".

Como ocurrió este miércoles en repetidas ocasiones en el Congreso español, este jueves el primer ministro de Irlanda, Leo Varadka, también ha hablado de los "partidos populistas y antiimigración" que están llegando a los gobiernos europeos cabalgando sobre el miedo al inmigrante y la xenofobia.

El propio Tusk, cuya propuesta espera conocer el Gobierno español, también ha lanzado en Twitter una advertencia en clara alusión a estos políticos. "Algunos pensarán que soy demasiado duro en mis propuestas sobre migración. Pero, creedme, si no llegamos a un acuerdo sobre ellas, veremos propuestas realmente duras de tipos verdaderamente duros", ha tuiteado.

El primer ministro de uno de ellos, el italiano Giuseppe Conte, ha llegado a la cumbre europea agradeciendo la solidaridad expresada con Italia en los últimos tiempo, pero exigiendo medidas concretas. "Ha habido muchas manifestaciones de solidaridad, pero que estas palabras lleven a los hechos concretos".

Por su parte, el húngaro Viktor Orban ha manifestado que "hay que parar la invasión. Lo que la gente quiere es frenar la entrada de migrantes y que les retornemos".

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