Villa dice "no dar crédito a lo que está viviendo" y destaca que fueron "60 años de respaldo sindical"

  • El histórico sindicalista minero y exsenador del PSOE José Ángel Fernández Villa ha declarado este jueves que "no puede dar crédito a lo que está viviendo" y en respuesta únicamente a las preguntas de su abogada ha insistido en que "fueron 60 años con el mismo procedimiento y control" en la organización sindical SOMA-Fitag-UGT y las cuentas "siempre se aprobaron por unanimidad" y nunca se impugnaron. "60 años de respaldo sindical que no se consiguen todos los días", ha dicho de manera categórica.

"Yo dimití del sindicato y fui yo quien planteó la necesidad de una auditoria, que por cierto fue rechazada por unanimidad. Dimití por motivos de salud", ha dicho el exlíder minero que ha afirmado que "él nunca cogía vacaciones y trabajaba todos los días", incluidos sábados y domingos". "Lo que tengo claro es que yo no hice uso en ningún momento de los recursos del sindicato para usos distintos de los que fui elegido", ha añadido.

Balbuceante por momentos, Villa ha explicado de manera clara que "nunca tuvo una tarjeta que específicamente él usase". "Era una tarjeta que tenía una dispersión por la gente que tenía tarjetas", ha dicho Villa que a la pregunta de si recuerda los nombres de quienes tenían que autorizar los gastos de organización, ha respondido que "60 años son muchos años de responsabilidades en una organización", y ha indicado que "sería innumerable contar el número de personas que tenía acceso a la tarjeta".

Desoyendo el Tribunal las peticiones de la letrada de la defensa, Villa ha sido el primero en declarar en esta segunda jornada del juicio que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia. Ha asegurado no estar conforme con los hechos que se le imputan y ha dicho "no recordar nada de lo declarado en el juzgado de Instrucción".

"No oigo bien, no cojo el sonido, no entiendo pregunta", ha repetido el acusado en numerosas ocasiones, sobretodo al inicio del interrogatorio. Cuando se le han exhibido documentos ha dicho "no ver nada, ni ser capaz de distinguir su firma, ni su letra".

Sin embargo si ha explicado el procedimiento seguido para el control de los gastos de representación. Ha narrado que entregaba los tikets y facturas de gastos de representación a Juan Cigales, el contable, que era quien les entregaba el dinero "en efectivo previa factura".

Así ha insistido en que "Juan Cigales era el que gestionaba todo en base a la confianza que había depositado en él". "Son 60 años con el mismo control y procedimiento en coyunturas distintas socialmente y políticamente. Se canalizaba todo a través de los mecanismos de control de la organización", ha dicho Villa que ha añadido que "jamás hubo impugnación en las cuentas y siempre se aprobaron por unanimidad".

Dijo además que "nadie" cuestionó nunca que los gastos que pasaba fueran excesivos y ha justificado la compra de puros, flores o perfumes "para corresponder, por la propia cultura del sindicato".

Respecto a la compra de un vehículo, ha explicado que se adquirió porque él tenía unas lesiones muy profundas y había que facilitarle el uso de vehículo. Ha dicho que si se puso a su nombre y no al del sindicato era porque así se beneficiaban de mejores condiciones económicas. Ha indicado que "desde el primer día" estaba dispuesto a devolver ese vehículo al SOMA.

Sobre las cuentas de Rodiezmo ha indicado no tener ninguna responsabilidad y ha añadido que tampoco era a él a quien le competía los gastos de Formación, según ha manifestado.

LOS HECHOS

José Ángel Fernández Villa está acusado de un presunto delito de apropiación indebida. El exsindicalista se enfrenta a una pena que va desde los cinco años que pide el fiscal hasta los seis que pide la acusación particular (Fitag-UGT y Fundación Infide). También será juzgado en este caso el exsecretario del Patronato de la fundación Infide, Pedro Castillejo, para el que la fiscalía pide tres años y medio de prisión.

Sin que el fiscal entienda que existan circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, impone a Villa una indemnización al SOMA-Fitag-UGT por 434.158 euros, mientras que Castillejo deberá abonar a Infide 119.434 euros.

En su escrito, el fiscal atribuye a Villa un delito continuado de apropiación indebida durante el tiempo en el que ostentó "la máxima capacidad de toma de decisiones" en el SOMA, donde ejerció una posición de "dominio absoluto" del sindicato, "siendo la persona que tomaba todas las decisiones en el mismo, nombraba el personal directivo del sindicato, y decidía la contratación y cese del personal".

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