Según han informado fuentes policiales, la investigación permitió constatar que se trataba de un grupo organizado, que distribuían hachís principalmente en las provincias de Pontevedra y Ourense, aunque estaban extendiendo su actividad al norte de Portugal y a parte de la meseta. Asimismo, se comprobó que, además del hachís, estaban iniciando la venta de cocaína y marihuana.

Ante las sospechas acerca de la actividad de este grupo, la Policía solicitó autorización judicial para realizar tres registros domiciliarios y, cuando la obtuvo, procedió a la detención simultánea de todos los implicados. Entre ellos, se encuentran el líder de la banda y su hombre de confianza.

En los registros, la Policía se incautó de más de un kilo de hachís, una importante cantidad de cocaína, medio kilo de sustancia de corte, siete teléfonos móviles, un ordenador, utensilios para el cultivo de droga, documentación y dos vehículos de alta gama.

Los miembros del grupo utilizaban las viviendas y otros inmuebles para ocultar la droga y prepararla para su posterior distribución. Además, contaban con una red de vehículos llevados por conductores experimentados, de la confianza del cabecilla de la red, para transportar los estupefacientes.

Los arrestados y las diligencias practicadas durante esta investigación (que corrió a cargo del grupo UDEV-Drogas de la Policía Judicial) fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 8 de Vigo.