Hace casi un año el Ayuntamiento anunció que iniciaría una campaña de sensibilización –como alternativa a la sanción– para disuadir a los clientes de la prostitución callejera de la Alameda de Colón. Vecinos y policías repartirían 2.000 carteles y 10.000 dípticos con un mensaje: «No seas cómplice».

Los folletos, ya impresos, no han podido entregarse, reconoció ayer la concejala de Bienestar Social, Mariví Romero, que avanzó detalles sobre una nueva ordenanza que regulará la prostitución callejera. El reglamento empezará a elaborarse en febrero y esperan contar con él a final de este año. En él se incluirán sanciones a los clientes y se verán afectados también los clubes de alterne, con requisitos concretos para su apertura.

Aunque no existe una normativa estatal que regula el ejercicio de la prostitución, Romero recalcó que se contará con los informes de la asesoría jurídica del Ayuntamiento y estará avalada, además, por el Colegio de Abogados de Málaga.

La elaboración de la ordenanza se fundamenta en un informe reciente de Médicos del Mundo. En el texto, al que ha tenido acceso 20 minutos, se recoge que la prostitución en la calle ha disminuido considerablemente, pero se ha trasladado a clubes de alterne y pisos privados ante la presión vecinal, lo que dificulta el acceso a estas mujeres. De hecho, sostiene que la situación se centra en el Polígono Guadalhorce, mientras un número muy reducido sigue en la Alameda de Colón. Eso sí, casi el 90% de estas personas son inmigrantes.

En cambio, para Pedro Pérez, presidente de la AAVV Centro Este, la situación sigue igual que hace tres años en  Tomás de Heredia, San Lorenzo, Duquesa de Parcent o Casas de Campo. Calcula que en siete u ocho esquinas de la zona trabajan ocho personas entre prostitutas y travestis.

Tras los pasos de Barcelona y Bilbao

A inicios de 2007, el Ayuntamiento de Barcelona aprobó la Ordenanza de Convivencia, que sanciona desde 120 hasta 500 euros a las mujeres y a sus clientes: en las tres primeras semanas se multó a 92 prostitutas y sólo a un hombre. En Bilbao, por contra, no es delito acudir a prostitutas siempre que no sea forzoso, si bien tienen una normativa que regula los clubes de alterne incluyendo medidas higiénico sanitarias. En Sevilla se ultima una ordenanza que prevé castigar la prostitución callejera, pero aún no han detallado el contenido.