Y es que "cada verano son más los casos de personas, en su mayoría jóvenes y niños, que sufren accidentes, en ocasiones muy graves, mientras disfrutaban de unos días de vacaciones", según informaron fuentes de la Asociación en un comunicado.

Consumur advierte que lanzarse al agua de cabeza desde gran altura o haciendo todo tipo de acrobacias, no respetar el tiempo establecido después de comer para bañarse o correr descalzos alrededor de la piscina "son algunos ejemplos de conductas que provocan muchos accidentes, e incluso mortales, todos los veranos".

Por ello, en el marco de su campaña de información y asesoramiento a los consumidores y usuarios sobre sus derechos en esta época del año, ha elaborado un decálogo de recomendaciones que recuerda, en primer lugar, que está prohibida la entrada al recinto de personas calzadas o en ropa de calle. "Conviene utilizar unas chanclas playeras, ya que muchos de los hongos y herpes contraídos en los pies suelen venir por ir descalzos sobre el suelo sucio", señala.

Asimismo, recuerda que no es conveniente entrar en la piscina si se padece o se ha padecido recientemente alguna enfermedad infecciosa. "Tampoco deben introducirse en el agua personas con heridas, tiritas, infecciones en la boca, pelo sucio y, en general, cualquier infección cutánea", según Consumur, que recuerda que "hay que ducharse antes del baño".

En tercer lugar, recuerda que se debe usar gorro de baño, sobre todo si se tiene el pelo largo y advierte que, en algunas instalaciones, el uso de este accesorio es obligatorio. Además, recomienda proteger los ojos de posibles infecciones cuando se sumerge su cabeza en el agua utilizando gafas apropiadas, asegurándose que éstas no son de vidrio.

Para evitar caídas o resbalones, recuerda que no está permitido correr alrededor de la piscina; y advierte que los mareos y cortes de digestión son relativamente frecuentes en las piscinas, por lo que es conveniente esperar un tiempo después de comer y no cometer imprudencias que pudieran poner en peligro nuestra salud (un baño frío repentino después de un ejercicio violento o después de un acaloramiento).

"No es conveniente la exposición al sol más de lo debido", según Consumur que, en todo caso, advierte que "se ha de utilizar una buena protección con capacidad de bloqueo de los rayos solares de al menos 15 SPF y protección contra los rayos UVA y UVB. Asegúrese de volver a aplicar la crema bronceadora después de nadar".

"Si va acompañado de niños, présteles atención para evitar riesgos", recomienda la asociación, que en cuanto a la higiene del recinto insta a tener en cuenta que la piscina y su agua, los aseos, vestuarios y el resto de las instalaciones deben estar en perfectas condiciones higiénico-sanitarias.

"Los vestuarios y aseos deben limpiarse al menos una vez al día y disponer de papel higiénico, toallas monouso y dosificador de jabón, además de estar bien ventilados y ser de material impermeable, liso y no resbaladizo, con paredes y suelos redondeados que permitan un completo y fácil lavado", concluye.

Finalmente, si se sufre algún problema y no le atienden correctamente, aconseja acudir a Consumur, donde el consumidor y/o usuario recibirá información y asesoramiento de manera personalizada, tanto a través de su oficina presencial

como de su oficina virtual (www.consumur.org), a disposición del consumidor y usuario las 24 horas del día. También podrá solicitar información llamando al Teléfono de Información al Consumidor y Usuario: '968-223082'.