Según ha informado el Departamento de Medio Ambiente del Consell de Mallorca en una nota de prensa, este voluntariado es ya una tradición por estas fechas desde hace años.

Como parte de las acciones de este año, los voluntarios ya han efectuado el encalado de paredes de los higuerales y el huerto de cala Lladó.

Este encalado tradicionalmente se hacía en Baleares a principios de verano aprovechando el buen tiempo y con el objetivo de que la cal se conservara durante todo un año hasta el próximo junio. De esta forma, se mantiene el buen estado estético y de conservación de estas construcciones tradicionales.

Durante esta estancia, la próxima semana los voluntarios también colaborarán en el riego de repoblación con planta autóctona ('Buxus balearica') efectuado hace unas semanas en la zona de los semilleros de Tramuntana.

Además instalarán barreras vegetales para contener puntos donde la corriente del agua de lluvia provoca algunos badenes de erosión.