Condenados a entre 20 y 23 años de cárcel cuatro miembros de una red que dejó morir a su 'mula' y lo descuartizó

  • OVIEDO/MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal ha condenado a cuatro miembros de una red dedicada al narcotráfico a penas de entre 20 y 23 años y medio de cárcel por delito de homicidio y contra la salud pública por dejar morir a un 'mula' que trabajaba para ellos y posteriormente descuartizarle cuando se le reventó una de las 67 'bellotas' de coca ingeridas.

Los magistrados imponen a Heriberto Reyes, alias 'Yoni', la pena de 23 años y seis meses de prisión y a los otros integrantes Alba Leidy Cabrera, Alexander Reyes y Benjamín Guzmán, 20 años de cárcel. Se trata de la primera vista oral que acoge la Audiencia Nacional contra miembros de una organización criminal por homicidio.

El tribunal considera probado que los cuatro integraban una organización criminal que introducía cocaína en España y de ahí la transportaban a Suiza, siendo 'Yoni' el que actuaba como líder de esta red y Guzmán el que adquiría la droga mientras que los otros, que son pareja, inquilinos del piso donde se hacía la ingesta.

De acuerdo con la sentencia, esta red, procedente de República Dominicana, utilizó desde el año 2011 al fallecido Fernando Bernardo, natural de Gijón, que había adquirido una deuda de entre 12.000 y 14.000 euros con el líder de la red por su adicción al juego y las drogas.

Con el fin de saldarla, se trasladaba unas dos veces cada mes a la localidad de Villadiego (Burgos), donde se tragaba las cápsulas de cocaína y de ahí viajaba a Suiza para expulsarlas. En julio de 2014 el joven comenzó a sentirse físicamente mal, y así se lo transmitió a su entonces novia. No obstante, accedió a una nueva ingesta "ante el temor de represalias por parte de Heriberto Reyes".

NO HICIERON NADA POR SOCORRERLE

Aunque los acusados relataron en la vista oral que encontraron muerto al joven, el tribunal sentencia que éste, tras tragarse 67 'bellotas', comenzó a vomitar y a tener convulsiones y los testigos "nada hicieron para asistirle". "Conocían perfectamente el riesgo para la vida de Fernando y ninguno solicitó asistencia médica ni llamó a una ambulancia", reza la resolución.

Tal y como recogía el fiscal en su escrito de acusación, los acusados llamaron a Heriberto Reyes y éste, al ver la situación, les mandó a comprar agua destilada, guantes y bolsas de basura. Tras la muerte del joven por sobredosis, el principal condenado realizó una laparotomía al cadáver para recuperar la droga de su intestino y acto seguido lo descuartizaron y desmembraron para introducir los restos en una maleta.

Reyes se deshizo de la misma tras cruzar la frontera de Francia y después prosiguió su viaje a Suiza, donde pretendía introducir la droga extraída del cuerpo de Bernardo, pero en la frontera de ese país fue detenido por la policía, que le intervino 808 gramos de cocaína. Por estos hechos fue condenado en Suiza a 4 años y medio de prisión por delito grave de estupefacientes.

El tribunal también da validez al resultado de la prueba pericial que concluyó que había restos de ADN en la maleta, así como al volcado de los whatsapps que se escribieron los condenados entre ellos y la víctima y su pareja. El último se produjo el 8 de julio cuando, los acusados, haciéndose pasar por la víctima ya muy grave, le escribieron a su pareja: 'Me cortan el teléfono'.

TRASLADÓ A SU NOVIA EL TEMOR A REPRESALIAS

Precisamente su entonces novia relató en calidad de testigo durante la vista oral que el joven le mantenía informada de sus viajes ya que hablaban "todos los días". También le explicó que tenía una deuda con 'Yoni' y que esto le obligaba a seguir transportando la droga en su organismo y que incluso le dijo: "apunta este nombre: Heriberto Reyes, porque si me pasa algo...".

El fiscal del caso, Ignacio de Lucas, pidió para ellos penas de hasta 30 años de cárcel por delito de homicidio por omisión y expuso en el juicio que en este caso se había producido un "desprecio máximo por la vida, impropio de cualquiera de los atributos de un ser humano".

El tribunal les condena por delito de homicidio porque aunque desconocieran el estado de salud del joven 'mula', eran sabedores del riesgo que suponía para él la ingesta de droga. "No es que quisieran su muerte pero sí que la aceptaban y asumían consecuentemente", explica el tribunal.

En el caso de Heriberto Reyes, la Sala le impone la pena más elevada porque ha tenido en cuenta que se trata del jefe de la organización, así como su personalidad, "quien además de ser un conocido traficante de drogas se ensañó con la víctima hasta descuartizarla". Ellos por su parte negaron todos los hechos en la vista oral y apuntaron a un jefe superior, desconocido hasta entonces, al que se refirieron como 'El Gordo'.

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