Ibarretxe: «La condena pone en entredicho nuestra autonomía»

El Gobierno vasco criticó la pena impuesta por el Supremo a Atutxa, Knörr y Bilbao por no disolver Sozialista Abertzaleak.
El Gobierno vasco rechazó ayer de forma contundente la decisión del Tribunal Supremo de condenar a Juan María Atutxa, Kontxi Bilbao y Gorka Knörr por no disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak.

En un comunicado leído por el propio lehendakari, Juan José Ibarretxe, el Ejecutivo de Vitoria señaló que esta decisión «pone en absoluto entredicho» la autonomía política del Parlamento vasco, así como «el autogobierno que de forma legítima e histórica le corresponde a este país».

El Gobierno vasco ni entiende ni acepta la condena y considera que el Estado español está rompiendo el pacto de convivencia alcanzado en la transición. «No aceptamos que hayan cometido delito alguno; ¡no lo aceptamos!», remarcó el lehendakari.

La más afectada por la sentencia del Tribunal Supremo, que multará e inhabilitará durante dos años a los condenados,  es Kontxi Bilbao, por ser parlamentaria vasca, funcionaria del Ayuntamiento de Vitoria y candidata de Ezker Batua al Senado. Los otros dos afectados, Gorka Knörr y Juan María Atutxa, no se dedican ya a la política activa.

El primero de ellos, que llegó a ser secretario general de Eusko Alkartasuna, reside ahora en Barcelona, mientras que el ex presidente del Parlamento preside actualmente la Fundación Sabino Arana.

Apoyo a Atutxa desde Internet

El autodenominado colectivo Abertzale.eu, que se define como «independentista y de izquierdas», inició ayer una recogida de firmas en Internet en contra de la condena, que considera de «gran aberración política». Por eso anima a los internautas a sumarse a la iniciativa.

Reacciones

Gobierno español: La Vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega señaló que «el Gobierno siempre acata y respeta las decisiones de los tribunales».

PNV: Para su presidente, Iñigo Urkullu, la condena refleja «una justicia medieval y predemocrática».

PSE-EE: Lamentó la condena basada en la acusación del sindicato Manos Limpias, «un instrumento de la extrema derecha para judicializar la política».

PP: Para Carmelo Barrio, Atutxa «hizo de la desobediencia un modus operandi en su política hacia Batasuna».

Batasuna: Pernando Barrena indicó que la sentencia «pone patas arriba la soberanía de la Cámara vasca».

Ezker Batua: Para Javier Madrazo, responde a «intereses políticos» y se trata de un «castigo personal».

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