Así lo ha indicado a Europa Press el delegado territorial, José Manuel Higueras, quien ha explicado que se trata de una intervención "complicada" ante el deslizamiento del terraplén sobre la calzada que tuvo lugar a la altura del kilómetro 14,4.

"Las obras están en torno al 60 por ciento. Aunque no se ve muy bien el avance desde la carretera, porque se está actuando en el talud, abajo, se continúa trabajando para devolver la normalidad a la vía lo antes posible", ha comentado para recordar que mientras tanto existe un transfer de unos cuatro kilómetros para garantizar la circulación.

El temporal, con fuertes vientos y lluvias, provocó el citado

deslizamiento, concretamente en la calzada derecha en un tramo situado en el término baezano. Como consecuencia, surgieron grietas y fisuras en el firme, así como un desnivel de hasta 26 centímetros a unos 20 metros de la salida de la obra de drenaje situada en este punto.

Para reparar los daños y evitar nuevos deslizamientos en esta A-316, la solución en la que se trabaja consiste en la ejecución de una pantalla de pilotes situada a pie de terraplén y la estabilización del terraplén mediante inyecciones de cemento a presión.

También incluye el sellado del marco de la obra de drenaje transversal, nivelación y adecuación de la cuneta exterior, reparación y reposición de las capas de firme dañadas por el deslizamiento, reforzando la impermeabilización del núcleo del terraplén.

Junto a esta actuación en la Autovía del Olivar, que tiene un presupuesto de 400.000 euros, la Consejería está realizando otras obras de emergencia en varios puntos de la red viaria de la provincia afectados por temporales de los pasados marzo y abril.

De este modo, se trabaja en la A-6050, en Castillo de Locubín, y en la A-305, en el término municipal de Porcuna, en ambos casos con puentes dañados; a los que se unen afecciones también en la A-315, en Quesada, y otra carretera Aldeaquemada.