Estará ubicado en una parcela cedida por el Ayuntamiento, en La Boruga, y forma parte del segundo Plan de Infraestructuras Sociosanitarias así como del Marco Estratégico Plurianual de Actuaciones

para el Desarrollo de Tenerife 2016-2025, que promueve la corporación insular.

El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, recuerda en una nota que el segundo Plan de Infraestructuras Sociosanitarias para Tenerife (2017-2020), que se lleva a cabo con el Gobierno de Canarias, supone la creación de casi 1.500 plazas sociosanitarias en la isla.

Este documento recoge la construcción de centros que sustituirán a otros ya existentes, como es el caso del nuevo Hospital de la Santísima Trinidad, en La Orotava.

Tras la exposición pública de este proyecto, podrán presentarse alegaciones durante 20 días hábiles y en el caso de que no se presente escrito alguno en su contra, se dará por aprobado definitivamente.

La redacción y ejecución de este proyecto corre a cargo de la empresa Vázquez de Parga Arquitectos S.L.P., que ganó un concurso de ideas para tal fin.

Así, este centro sociosanitario, que ocupa una parcela de 27.000 metros cuadrados, dispondrá, entre otras dependencias, de 45 habitaciones dobles y 9 individuales, despachos, enfermería, aulas de formación, almacenes, archivos, áreas de circulación, espacios para terapias ocupacionales, vestuarios de personal, cocinas, economato, lavandería, aseos y tanatorio.

El Hospital de la Santísima Trinidad estará dedicado a la atención de personas mayores con enfermedades crónicas.

Su distribución de espacios será funcional, al objeto de optimizar su rendimiento y los materiales que se emplearán en su construcción serán de fácil y económico mantenimiento, y se prestará un papel destacado a las energías renovables.

Los 99 usuarios y el personal del antiguo Hospital Santísima Trinidad fueron trasladados provisionalmente en septiembre de 2013 al Centro Sociosanitario del Norte, ubicado en Icod de los Vinos, que cuenta con camas de geriatría de larga estancia.

Este traslado vino motivado por el hundimiento del suelo de una de las habitaciones del inmueble del hospital.

Se trataba de una infraestructura de gran antigüedad que, pese a las reformas, con el paso del tiempo fue perdiendo funcionalidad para albergar a pacientes geriátricos de larga estancia.