Según un comunicado de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), Salguero, que intervino en la autopsia del pequeño Gabriel, asesinado en Almería, ha realizado estas declaraciones con motivo de su participación en el curso 'Investigación científico-técnica de los homicidios: abordaje multidisciplinario', que se ha impartido desde el jueves hasta este viernes como parte de la oferta de los Cursos de Verano de la UPO.

En opinión del responsable de Toxicología y Ciencias Forenses de Sevilla, España es un país de referencia en cuanto a la metodología para la investigación de homicidios, muy por delante de países desarrollados como EEUU, donde "el nivel científico-técnico y la cobertura analítica de pruebas y de estudios en caso de homicidios ni siquiera se acerca" al que se desarrolla en los centros españoles.

Para Manuel Salguero, la irrupción de las nuevas tecnologías aplicadas a la investigación de las muertes violentas "han supuesto un apoyo, pero no han cambiado radicalmente nada", y ha considerado que "se le está dando una importancia que realmente tienen, pero menos".

Por el contrario, ha asegurado que "lo realmente importante es el factor humano en cuanto a preparación, formación y la altísima capacidad técnica de las personas que investigan", ya que "la tecnología es una ayuda, pero sólo una ayuda".

Por este motivo, ha señalado que, "salvo casos muy contados", en España se resuelven la inmensa mayoría de los casos de muerte violenta "gracias a la investigación científico-técnica y a la colaboración directa entre Policía, médicos forenses y laboratorios, todo ello bajo la supervisión de las autoridades judiciales".

Para los investigadores, los casos más complejos en el campo de las pruebas analíticas y microscópicas en el ámbito de los homicidios son las muertes violentas de los niños "porque exigen un despliegue técnico y muchas veces un estudio mucho más complejo que en los adultos", ha explicado Salguero.

Precisamente, preguntado por la presión mediática y social que en ocasiones han de soportar los investigadores, ha aclarado que ésta no les afecta "en absoluto" en el desarrollo de su labor, ya que se trata de profesionales que están acostumbrados a realizar su trabajo en estas circunstancias.