Así lo ha explicado la presidenta de la APIB, Ángeles Durán, a Europa Press, quien ha detallado que el código, elaborado por periodistas, psicólogos y psiquiatras, cuenta con 25 recomendaciones, si bien se trata de un documento "abierto" a nuevas incorporaciones.

Durán ha sostenido que con este código se ha intentado buscar "un equilibrio" entre las necesidades médicas y las necesidades informativas, con el fin de que los periodistas conozcan cuál es el trato correcto que debe darse a la hora de informar sobre un suicidio.

Sobre el tratamiento actual, la presidenta de la APIB ha reconocido que se ven "muchísimos fallos", entre los que se encuentran "dar ideas de cómo quitarse la vida o dar información personal de la víctima". En este sentido, ha recalcado que no deben publicarse ni el nombre ni los apellidos de la persona pero sí la edad y el sexo.

También se recomienda "huir" de explicar el suceso como 'causa-efecto', ya que el suicidio suele ser multifactorial. Únicamente puede aludirse a situaciones o factores directamente implicados si la información ha sido debidamente corroborada y si éstos tienen un interés social manifiesto (bullying, violencia machista, etc.).

Por otra parte, Durán ha alertado de que el sensacionalismo "sin duda" contribuye a un efecto llamada, por lo que ha incidido en la necesidad de tratar el suceso "con mucha seriedad y rigurosidad".

Otra recomendación que ha destacado del código es la de publicar el Teléfono de la Esperanza (717 003 717) o del 112 al final de la noticia, así como publicar aspectos de superación de las conductas suicidas, a modo de hacer entender a la gente en una situación similar que existe una solución y que pueden ser ayudados.