En algún momento del sábado decidieron que era una buena idea y lo hicieron.

Allí sacaron dos botes y estamparon sus firmas en la parte trasera de la iglesia de San Juan Bautista, una construcción románica que en 1981 (antes de que nacieran) fue declarada Monumento Histórico Artístico.

Los actos vandálicos de este tipo son normales durante el fin de semana palentino y casi siempre suelen quedar impunes. Estos tres jóvenes, los dos primeros de 19 años y residentes en Guardo, y la tercera, una chica menor de edad de la capital palentina, tuvieron la mala suerte de que un vecino sospechó de su comportamiento y alertó a la Policía Local.

Los agentes, tras dar aviso a la Comisaría Provincial de la Policía Nacional, se personaron en el parque y les sorprendieron en mitad de su inspiración artística. La pintura fresca, una mochila con una decena de sprays y tres folios con los dibujos que acaban de perpetrar fueron suficientes para que fuesen detenidos.

No irán a la cárcel; pero la que lo que les espera no es tampoco ninguna broma. El Ayuntamiento de Palencia ya ha presentado ante el Juzgado la correspondiente denuncia y se ha dirigido al Ministerio Fiscal para que se pronuncie si estos actos son constitutivos de un delito contra el patrimonio.

De momento, las pintadas siguen luciendo en el templo palentino que, a partir de este verano, acogerá el Punto de Información del Románico.

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