La vida bajo el yugo de Boko Haram en Nigeria: "Entraban y nos violaban cuando les apetecía"

  • La ONG Plan International ayuda a las niñas secuestradas en su retorno para que no sean rechazadas.
Niña afectada por el conflicto con Boko Haram
Niña afectada por el conflicto con Boko Haram
UNICEF/TANYA BINDRA
Niña afectada por el conflicto con Boko Haram

Cientos de niñas viven esclavizadas por la barbarie terrorista de Boko Haram, grupo que utiliza la violencia sexual en su guerra para imponer su estricta visión de la ley islámica o sharia. Zara (nombre ficticio) , de 15 años, recuerda que "entraban y nos violaban cuando les apetecía".

Explica a la ONG Plan International: "Mi madre nos escondía detrás de la puerta o de la cortina cada vez que los insurgentes preguntaban si había niñas en la casa". Zara, su hermana y su madre, intentaron huir del pueblo tras el asesinato de su padre, pero el grupo terrorista las encontró y las dos niñas fueron secuestradas y llevadas a una casa en la que "te torturaban cuando te negabas a hacer lo que ellos decían".

La hermana de Zara murió y ella fue obligada a casarse con uno de los hombres, de quien incluso se quedó embarazada, aunque el bebé murió en el parto. Acabó escapándose, junto a otras cinco niñas, hacia una aldea en la que todas fueron acogidas por una anciana.

Aisha vivió una tragedia similar. Tenía 13 años cuando los terroristas de Boko Haram llegaron a su pueblo buscando a los hombres casa por casa. "Escondimos a nuestro padre en el techo. Cuando entraron en nuestra casa les dijimos que no había hombres dentro". Recuerda que los milicianos no les creyeron y dijeron: " No tenéis de qué preocuparos, pero tenéis un falso techo y vamos a disparar". El padre cayó y "le masacraron".

Tras el entierro, los terroristas volvieron y secuestraron a la niña. "Me llevaron ante su líder para que él decidiera si yo era adecuada para un matrimonio. Dijo que era lo suficientemente mayor". De esta manera, también fue obligada a casarse.

Recuerda que, durante más de un año, fue sometida a todo tipo de castigos. Le daban palizas simplemente por salir de casa. En una de ellas, perdió el bebé que esperaba.

"Cuando supieron que mi marido no iba a volver del frente, me dijeron que tenía que volver a casarme . Estuve tres meses con mi segundo marido", cuenta Aisha, que finalmente consiguió escapar junto a otras tres chicas y fue acogida por una familiar de su madre en Madagali (Nigeria).

Allí no terminó todo, ya que otro grupo de terroristas llegaron y le dijeron que tenía que volver a casarse. Aisha explicó que su marido estaba en el frente pero aún así la obligaron, aunque la noche anterior a la boda fue rescatada por los soldados.

La directora general Plan International en España, la organización que ayudó a estas niñas, Concha López, recuerda con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en conflictos que el estigma no finaliza con el rescate de la víctima. Las chicas pueden ser excluidas de sus comunidades por este motivo.

Según afirma Concha López "algunas regresan embarazadas o con hijos e hijas de matrimonios forzados. Otras son rechazadas porque sus familiares y vecinos temen que haya sido radicalizada por Boko Haram".

La ONG acompaña a las víctimas en su retorno y proporcionan apoyo "para que puedan volver a ser niñas", declara Elizabeth Joel Maiyaki, miembro de la organización.

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