Sancionar a los clientes y no a las prostitutas es la alegación que ha hecho el PP a la ordenanza antivandálica que prepara el Ayuntamiento y que, según los populares, no recoge ni una línea dedicada a esta profesión, la más antigua del mundo.
Por ello, proponen sanciones de 750 y 1.500 euros a las personas que requieran de estos servicios y de 1.500 a 3.000 euros si las relaciones sexuales retribuidas se mantienen en espacios públicos.
Además, creen que la Policía Local debe recordar a las chicas que estas prácticas están prohibidas por la presente ordenanza e informarlas de dónde pueden ofrecerles asistencia social. Y piden al Ayuntamiento que elabore un programa para este colectivo, así como para los gorrillas.
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