PP y Ciudadanos recuperan el 'España se rompe' para atacar a Pedro Sánchez

  • PP y Cs espolean el “se rompe España” para sugerir pactos secretos entre el Gobierno y ERC y PdeCAT.
  • También vielve el “acercamiento de presos” y la “condena a la violencia” en alusión a reos de ETA y políticos catalanes.
  • PP y Cs niegan que haya una estrategia para que sus discursos evoquen el pasado de ETA o del Estatut.
Miembros de Arran, organización juvenil vinculada a la CUP, se concentran ante la sede de Ciudadanos.
Miembros de Arran, organización juvenil vinculada a la CUP, se concentran ante la sede de Ciudadanos.
Alberto Estévez / EFE
Miembros de Arran, organización juvenil vinculada a la CUP, se concentran ante la sede de Ciudadanos.

Una representante política que pide al Gobierno que no acceda a "trasladar presos" o a utilizar "la política penitenciaria como moneda de cambio". Un portavoz parlamentario que reprocha a la oposición una actitud "terrible para la memoria de las víctimas del terrorismo". Clamores contra pactar con partidos que quieren "romper España". Peticiones al Gobierno para que "nos proteja ante la violación de derechos"... No estamos en el año 2006, cuando se aprobó el Estatut de Cataluña, ni en los años 80, cuando en Euskadi ETA amedrentaba y asesinaba a políticos del PP y el PSE, sino ante los discursos con los que PP y Ciudadanos se refieren hoy a los apoyos con que Pedro Sánchez ganó la moción de censura o a la situación en Cataluña.

En las últimas semanas, consignas como el "se rompe España" o la "traición a las víctimas" de ETA se han vuelto a colar en las declaraciones de políticos de estos dos partidos, en lo que puede ser una vuelta al pasado, al menos desde el punto de vista del discurso, o, simplemente, una descripción de la realidad.

"No creo que estemos en una vuelta al pasado", afirma un dirigente del PP, que también advierte de que "el tono es fundamental y el equilibrio a la hora de identificar, también". "Se puede hacer una descripción de la realidad y también se puede hacer una interpretación extensa, de la que yo no soy partidario", dice sobre las advertencias sobre posibles contraprestaciones a Bildu que terminan con mensajes de traición a las víctimas.

Durante el debate de la moción de censura, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, reaccionó al apoyo de los dos diputados de Bildu a Sánchez diciendo que era "terrible para la memoria de las víctimas del terrorismo y de las víctimas de su propio partido".

En el PP se duda de que estas palabras de Hernando fuera argumentario de partido, puesto que el portavoz "habla la mayor parte de las veces por él", según un dirigente que, más bien, pone el acento en la actividad de oposición de la que no se escapa ningún partido.

"La política es una olla a presión y el político que busca el titular, lo consigue a costa de decir la frase más gruesa", un mal que no sólo afecta al PP, sino a la totalidad de partidos. "Si el discurso de Podemos no es incendiario, yo no sé qué es incendiario".

Ciudadanos también niega totalmente que exista una estrategia para evocar otros tiempos. "No hay ningún tipo de consigna ni nada parecido", asegura su portavoz adjunto en el Parlamento de Cataluña, Carlos Carrizosa, que acusa al Gobierno de Quim Torra de "no condenar la violencia" contra cargos de su partido en Cataluña que sufren pintadas en sus domicilios y amenazas de muerte en las redes sociales por parte de los Comités de Defensa de la República (CRD).

Coacción y avasallamiento

Carrizosa habla de "un ambiente de coacción y avasallamiento por parte de los independentistas", a los que hace responsables del medio centenar de ataques en Cataluña que Ciudadanos tiene documentados desde el año 2008, pero con un incremento muy notable en 2016 y, sobre todo, en 2017.

Son ataques a sedes del partido, a coches de sus representantes, pintadas o aparición de carteles amenazantes y una la agresión, en las fiestas de El Morell (Tarragona) en el verano de 2013, a una afiliada y miembro del Consejo General de Ciudadanos. "Tras identificar a la víctima como miembro del partido, el agresor le asestó un puñetazo en la cara", relata el partido.

Paul Rios, experto en resolución de conflictos y fundador de la plataforma Lokarri que durante años defendió un "proceso de paz" en el País Vasco, considera que asistimos a "declaraciones extemporáneas y un truco sucio" como forma de hacer política que no tienen efecto en Euskadi, donde "la violencia es ya considerada como un cosa del pasado", pero quizá sí en el resto de España.

Con respecto a las críticas a Sánchez por los dos votos que recibió de Bildu, Ríos señala que "se ignora la pluralidad" que existe en el partido en el que se reconvirtió toda la izquierda abertzale y dentro del cual también se integra Sortu, la marca legal de la antigua Batasuna. "Es cierto que es el mismo sector política que en su momento era Batasuna pero la impresión aquí es que no es lo mismo", explica Ríos.

Un dirigente popular recuerda que Bildu "evoca cosas muy duras" pero "de ahí a decir que Sánchez está pactando con ETA, yo no me atrevería a decirlo".

Concejales y traslado de presos

Sin embargo, las declaraciones evocadoras de peores momentos no cesan. En un reciente desayuno informativo en Madrid, la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, decía que el recién estrenado Gobierno de Pedro Sánchez "tiene que protegernos ante la violación de derechos" y dedicaba un "reconocimiento a nuestros concejales, que están solos en un pueblo, los valientes son realmente los que dan la cara, muchas veces anónimamente por un proyecto de futuro para sus hijos"

"No estoy de acuerdo con que trasladen a los presos catalanes a Cataluña", afirmó Arrimadas, que también se opone a que se utilice "la política penitenciaria como moneda de cambio para llegar al Gobierno", en relación al apoyo que Sánchez obtuvo para su moción de censura de ERC y PdeCAT.

Antes, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, había abierto la veda cuando a mitad de mayo advirtió en una rueda de prensa de que con el levantamiento del artículo 155 en Cataluña que el entonces Ejecutivo de Mariano Rajoy consideraba irreversible una vez que se formara gobierno, suponía dar alas a los partido que quieren "romper España".

Esta expresión se convirtió en un mantra para el PP de José María Aznar y de Mariano Rajoy en los tiempos alrededor de la reforma del Estatut catalán y, además de por Ciudadanos, tambié ha sido recuperada por políticos populares.

Romper España

Por ejemplo, el PP preguntará sobre el acercamiento de presos de ETA a las cárceles del País Vasco la semana que viene en la primera sesión de control al Gobierno de Sánchez. También sobre "los pactos ocultos que le han llevado a la Moncloa", ha explicado Hernando, en alusión a los votos afirmativos a la moción de censura de ERC y PdeCAT, las formaciones a las que se refieren tanto PP y Ciudadanos cuando habla de los que quieren "romper España".

"La frase de 'romper España' no es nuestra", asegura Carrizosa que, no obstante, también pone en duda los pactos con los independentistas catalanes porque el presidente no los ha explicado. "Cómo iba a hacerlo, si los que le apoyaron son los que quieren romper España", se pregunta.

En Ciudadanos explican su discurso a la realidad que se vive principalmente en Cataluña, pero también en el País Vasco, Baleares y Comunidad Valenciana, y a las dudas que les suscita el Gobierno e Sánchez sobre su "proyecto" para España, sus pactos e "hipotecas" con los "separatistas" y su compromiso europeísta para el que no les basta la formación de un Ejecutivo donde hasta hay una ministra que fue antes un peso pesado de la Comisión Europea.

"[Sánchez] No explica qué va a hacer ni en qué consiste su proyecto europeísta, a mí no me basta con tener que hacer una interpretación o una exégesis de que haya nombrado al señor [Josep] Borrell, que me parece muy bien y una persona europeísta, pero más allá de ese nombramiento, qué es lo que pretende Sánchez", se pregunta Carrizosa.

Desde el Gobierno de Sánchez, el mismo Borrell, nuevo ministro de Asuntos Exteriores, pidió en una reciente entrevista en La Sexta a la oposición que no se dedique a "trucar frases". Sin embargo, también contribuyó a este maremagnum de declaraciones sobre hechos del presente con expresiones que recuerdan al pasado al afirmar que Cataluña se encuentra "al borde de un enfrentamiento civil" que, matizó "no es una guerra".

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