Adela Cortina ve en el Aquarius una "llamada de atención ante cosas inadmisibles" y pide que la solidaridad "permanezca"

  • La directora de la Fundación Ética de los Negocios y las Organizaciones (Étnor) y catedrática de Ética de la Universitat de València, Adela Cortina, ha manifestado este jueves que la llegada de los 630 inmigrantes y refugiados del buque 'Aquarius' debe suponer una "llamada de atención ante cosas inadmisibles". "Llevamos años a noticia diaria de gente que muere en el Mediterráneo y la sociedad nos quedamos tan anestesiados" pero "estas cosas son inadmisibles", ha subrayado.
Adela Cortina, directora de la Fundación Étnor y catedrática de Ética de la UV.
Adela Cortina, directora de la Fundación Étnor y catedrática de Ética de la UV.
EUROPA PRESS
Adela Cortina, directora de la Fundación Étnor y catedrática de Ética de la UV.

En este sentido ha señalado que "hay un imperativo ético de acogida" y ha celebrado el "brote de solidaridad" que ha emanado desde diferentes empresas, instituciones y sociedad civil pero ha advertido que "lo que hay que hacer es que permanezca en el tiempo" para evitar que "a los dos días no nos acordemos de nada". En este punto ha recordado el caso de Aylan Kurdi, el niño refugiado sirio de 3 años que fue hallado sin vida en las costas turcas en 2015 y cuya fotografía dio la vuelta al mundo.

Cortina ha realizado estas declaraciones durante una comida con los medios de comunicación con motivo de la clausura del XXVII Seminario de Ética Económica y Empresarial de la Fundación Étnor. La catedrática ve una buena noticia la "reacción tan positiva de acogida" de empresas que ha ofrecido su colaboración ante la llegada del Aquarius a España pese a que "algunos agoreros hayan salido a hablar del efecto llamada profetizando males futuros".

"Más que el efecto llamada, el barco tiene que ser una llamada de atención, hay cosas inadmisibles", ha insistido, porque en el mar las personas "están muriendo como moscas y no reaccionamos. Estamos en mínimos de moralidad y de justicia" ha lamentado.

En el caso concreto de las empresas, Cortina ve su implicación como una cuestión "de justicia", ya que estas han de vivir también para los "afectados" por ellas, y estar "implicada socialmente con su la realidad de su entorno. Además, cabe tener en cuenta que esta es una decisión "inteligente y prudente", ha asegurado, ya que la empresa "gana reputación, es vista con buenos ojos, los empleados están más orgullosos de pertenecer a ella... y la empresa va a ir mejor". A su juicio, "la prudencia no está reñida con la justicia".

"SACUDIR EUROPA"

Según la filósofa, el primer paso debe ser la acogida, y después hay que "institucionalizarlo". "No se puede quedar todo el mundo, véase quien tiene tratamiento de inmigrante, quien de refugiado, pero hay que ver caso por caso porque son personas", ha remarcado.

Así ha instado a "institucionalizar" esta llamada de atención "y si la sociedad no está preparada pues que se prepare, que nos preparemos", se ha incluido. "Lo ideal sería que no hubiera guerras, falta de agua, etc. en esto han de trabajar los grandes poderes porque nadie se va de su casa por gusto", pero si sucede, "tenemos que organizarnos para acoger, no se pueden quedar en el mar", ha puntualizado.

En este sentido ha abogado por "sacudir a la Unión Europea". "La solución no puede ser de València o de España, y si no se resuelve don dignidad y respecto a la vida humana, la UE desaparece", ha advertido. "Nos estamos jugando la vida", ha dicho, en el marco de una "batalla" entre los países a favor y en contra de acoger.

Cortina ha recordado que el caso de Aylan Kurdi, el niño sirio que murió ahogado en 2015 y se convirtió en símbolo del drama que viven las personas refugiadas en todo el mundo,

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