Así lo ha manifestado este martes en declaraciones a Europa Press, antes de presentar en València la plataforma independiente y de izquierdas Actúa, preguntado por llegada en unos días al puerto de València de este barco, que navega con más de 600 inmigrantes y refugiados rescatados en el Mediterráneo y atracará tras la negativa de Italia.

Llamazares ha defendido que la recepción del Aquarius es "una obligación humanitaria que debe cambiar las políticas de inmigración en España y la Unión Europea". Se trata, a su juicio, de "un punto de inflexión, porque las actuales políticas de inmigración son, por una parte, equivocadas y, por otro lado, producen más sufrimiento".

También lo ve como una obligación y un mensaje: "Una obligación humanitaria, en primer lugar, que es verdad que tenemos todos los europeos sin excepción, pero creo que es una buena medida que lo haya decidido el nuevo Gobierno con la colaboración de 'gobiernos de cambio'".

PRIMER PASO PARA UN CAMBIO DE POLÍTICA

Bajo este prisma, ha insistido en que "no es solamente un gesto, sino una acción humanitaria importantísima". Ha expresado así su convencimiento de que "es un primer paso para el cambio de la política migratoria, que tanto en la Unión Europea como en España ha estado basada en la restricción y el incremento del sufrimiento de los inmigrantes y que nosotros -la plataforma Actúa- creemos que puede ser una política más flexible, más inteligente y que esté basada en los derechos de acogida y de refugio".

Llamazares ha urgido a que este cambio tenga en cuenta en primer lugar la situación de la 'ley mordaza', que "contempla las devoluciones en caliente y hay que derogar". También los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), "un anacronismo y una vulneración clara de derechos" y, en finalmente, el reglamento en materia de inmigración, que "tiene que cambiar". En definitiva, "que se pase página de una política migratoria restrictiva a una inclusiva y comprensiva", ha enfatizado.