Según ha informado FATE, la principal preocupación del personal técnico que desarrolla sus funciones en este centro recae en el TAC, "que sufre continuamente problemas graves por su antigüedad", y ya "son numerosas las ocasiones en las cuales no se ha podido hacer uso de él, en situaciones críticas sanitarias, con la importancia diagnóstica de estas pruebas".

A juicio de FATE, estos hechos "pueden poner en grave riesgo la vida del paciente", dada la importancia del uso de esta técnica en los 'Codigos ictus', "que valoran lesiones cerebrales", las cuales constituyen "la primera causa de mortalidad en las mujeres y segunda en los hombres, y provoca el diez por ciento de la mortalidad total de media", además de ser "la principal causa de invalidez permanente en adultos".

A este respecto, desde FATE se ha recordado que "las autoridades sanitarias andaluzas, mediante la regularización del Proceso Asistencial Integrado, establecen que ante una sospecha de ictus debe realizarse un TAC al paciente antes de 45 minutos, desde su llegada al centro hospitalario, hecho este que no se cumple en ya demasiadas ocasiones en este centro sanitario".

Según ha señalado la federación, "ya se han dado casos de 'Código Ictus' en los que el paciente ha tenido que ser trasladado a otro centro hospitalario por estar averiado el TAC, con el consiguiente riesgo para la vida del enfermo".

En junio de 2017, FATE, "con el respaldo de todos los representantes de los trabajadores de la agencia, denunció ante la empresa estos hechos, haciéndola responsable de cualquier perjuicio derivado de su retraso en actualizar el aparataje, y la agencia respondió ser conocedora de la problemática y aseguró no se retrasaría su sustitución más allá de enero de 2018", pero, "a día de hoy, el problema no solo persiste, sino que se agrava".