Los suizos deciden que todos los bancos sigan 'fabricando' dinero en un referéndum sin precedentes

Varios billetes de francos suizos sobre un mapa del país.
Varios billetes de francos suizos sobre un mapa del país.
GTRES
Varios billetes de francos suizos sobre un mapa del país.

Los suizos han rechazado este domingo en un referéndum una iniciativa popular que planteaba que solo el Banco Nacional de Suiza (BNS) fuese el único organismo capaz de 'fabricar' dinero, por lo que todos los bancos comerciales podrán seguir emitiendo monedas.

La propuesta, cuyos adherentes defendían que garantizaría la estabilidad financiera del país, fue rechazada de forma clara, con un 75% de votos en contra, según las últimas estimaciones oficiales.

Se trata de una iniciativa que implicaba una reforma radical del actual sistema monetario del país, en el cual el Banco Nacional de Suiza emite billetes y monedas que solo representan el 10% de la masa monetaria que está en circulación.

El resto consiste en "dinero escritural", es decir, que solo existe de forma electrónica en una cuenta bancaria, que los bancos comerciales van creando a través de los créditos que aprueban, sea a empresas o particulares, en lugar de utilizar el dinero que sus clientes han depositado en sus cuentas. Se trata de un dinero electrónico que algunos países europeos como Suecia, donde está empezando a desaparecer el dinero en efectivo, ya apuntan a él como único medio de pago en el futuro.

Debate generado en la sociedad suiza

Los autores de la rechazada iniciativa —un colectivo denominado iniciativa Vollgeld, que ha reunido a individuos de diferentes perspectivas, incluyendo economistas y docentes— deseaba poner fin a ese sistema a cambio de otro que desde su punto de vista hubiese servido mejor para proteger el dinero de los clientes de bancos y prevenir las crisis financieras.

"La iniciativa busca proteger el dinero de todos los ciudadanos contra los riesgos del juego de los bancos, que ponen en peligro al conjunto de la economía y de la sociedad, es decir a todos aquellos que no sacan ningún beneficio de ellos", explicó Hansruedi Weber, presidente del Comité que presentó este tema a votación popular tras haber recogido las 100.000 firmas válidas que se necesitan como mínimo para el lanzamiento de un referéndum en Suiza, un país con 8,3 millones de habitantes.

Frente al fracaso experimentado en el referéndum, uno de los coordinadores nacionales de la campaña por el 'Sí',  Jean-Marc Heim, consideró que a pesar del rechazo la iniciativa permitió generar un amplio debate y "despertar conciencias" en la población sobre el poder que tienen los bancos comerciales gracias a su capacidad de crear dinero.

"No abandonaremos el combate", aseguró, tras afirmar que aquellos que han liderado el referéndum sobre este tema continuarán trabajando por una reforma del sistema bancario y por la reglamentación de las criptomonedas.

Partidarios del 'no'

El campo del 'No' a la iniciativa aglutinó a amplios sectores políticos y económicos que consideraban que esta debilitaba a los bancos y creaba costes suplementarios que terminarían siendo pagados por los clientes. Asimismo, se afirmaba que hacer del Banco Nacional de Suiza el único con potestad de emitir dinero amenazaba la independencia de esta entidad.

Para el diputado de derecha Liberal-Radical, Olivier Feller (PLR/VD), copresidente del comité contra la iniciativa, "el pueblo no ha querido que Suiza se convierta en un laboratorio de experimentos en materia de política monetaria".

El Gobierno suizo se opuso desde el principio a este cambio por el impacto que hubiese tenido en la actividad comercial de los bancos, un sector del que depende el 5,6% de los empleos y el 9,1% del PIB del país.

En su argumentación a los votantes, las autoridades federales explicaron que los bancos hubiesen debido buscar medios alternativos de financiación seguramente más onerosos, afectando sus márgenes de intermediación, y trasladando probablemente ese coste a los solicitantes de préstamos.

Asimismo, dijeron que para afrontar los riesgos en los mercados financieros se habían reforzado las exigencias en materia de liquidez y fondos propios de los bancos, particularmente de los de gran tamaño.

'Sí' a bloquear webs de juegos extranjeros

El referéndum sobre la banca central suiza no ha sido el único que se ha votado este domingo. Los suizos también han sido consultados sobre una nueva ley para bloquear los sitios web de juegos extranjeros y ampliar el tipo de juegos de apuesta que las casas de juego nacionales puedan proponer, una iniciativa que ha contado con un amplio respaldo popular, ya que la ley ha recibido el apoyo del 72% de participantes en el escrutinio.

Contra esa legislación se aliaron las secciones juveniles de partidos de variadas tendencias políticas y que iban desde los Verdes hasta la derecha radical y que lanzaron la iniciativa popular con el fin de dejarla sin efecto.

Los oponentes consideraban que la ley equivalía a una censura de internet, que atentaba contra la libertad económica y de información, y que creaba un precedente que podía luego animar a otros sectores a pedir restricciones similares, al tiempo que otorgaba a los casinos nacionales un monopolio del juego.

El Gobierno, por su parte, defendió la ley explicando las ventajas de que en Suiza solo se puedan proponer juegos autorizados y controlados, para lo cual era necesario bloquear a las empresas que no cuentan con una concesión o autorización para su funcionamiento en Suiza.

En ese país, las empresas que ofrecen juegos en locales o por internet deben pagar contribuciones en favor de la colectividad y garantizar la protección de los jugadores, bajo el entendido de que los juegos de apuestas pueden causar efectos nefastos para los jugadores. Esas contribuciones son destinadas a los fondos de pensiones y al seguro estatal para casos de invalidez.

Otro argumento de las autoridades en favor de mantener la ley era que las casas de juego autorizadas estaban obligadas por la legislación a vigilar que los jugadores dependientes no puedan seguir jugando.

Según un estudio de la Universidad de Berna, por mandato de la Oficina Federal de Justicia suiza, los ingresos del mercado ilegal de juegos online en Suiza representa más de 200 millones de euros anuales.

El Gobierno aseguró a los votantes durante la campaña que, si se derogaba la ley en cuestión, "la población no verá nada de ese dinero". Por otra parte, la ley permite ahora a los sitios web de juego con autorización ampliar su oferta y proponer juegos como la ruleta, el póquer o el blackjack.

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