Lorenzo Riezu cree que Caja Navarra tuvo "en su conjunto un final malo"

  • El director general de Caja Navarra entre 1994 y 2001, Lorenzo Riezu, ha afirmado que la entidad financiera "tuvo en su conjunto un final malo, porque la desaparición como tal de la Caja es mala", si bien ha valorado que finalmente fuera absorbida por CaixaBank.
Lorenzo Riezu, en la comisión de investigación de CAN
Lorenzo Riezu, en la comisión de investigación de CAN
EUROPA PRESS
Lorenzo Riezu, en la comisión de investigación de CAN

Lorenzo Riezu ha afirmado que Caja Navarra era "de todos los navarros" y era más que los 26.000 navarros que tomaron acciones de Banca Cívica. "Yo no fui uno de los que tomó acciones de Banca Cívica. Mi hermano sí, y perdió. Pero la Caja era más. Era de todos los navarros, cualquiera que sea la personalidad jurídica que se le ponga, era de todos los navarros", ha asegurado durante su cuarta jornada de comparecencia en la comisión de investigación sobre Caja Navarra en el Parlamento foral.

No obstante, ha reconocido que, "cuando alguien está cayéndose, si le echan una mano y lo levantan del suelo... Esta entidad fue La Caixa, y es una entidad que da garantía, confianza y servicio, pero no es lo mismo".

Lorenzo Riezu ha señalado que "una de las misiones" de la Caja era "estar en todo el ámbito de Navarra". "Si estábamos en tantos sitios es porque creíamos que una entidad de ámbito local identificada con sus gentes tiene que tener un plus con respecto a otras entidades financieras y creo que lo teníamos. Además, procurábamos llegar a todos los clientes cualquiera que fuera su condición", ha dicho.

El exdirector general de la entidad ha explicado que en el otoño de 2010 (cuando él ya no estaba en la Caja), se quedó "sorprendido con el proceso que se había iniciado vía Banca Cívica y entendía que aquello podía conducir a la desaparición de la Caja". "Me dediqué a estudiar a través de memorias, auditorías de la Caja y estadísticas del Banco de España, y en febrero de 2011 creía que sabía qué estaba pasando y me dio por escribir un informe con la idea de tener ese conocimiento y tratar de hablar con los consejeros que conocía para trasladarles mi propia preocupación y ver si había manera de reencauzar aquella situación. No hubo éxito", ha explicado.

Lorenzo Riezu ha explicado que su primera aparición en la prensa "no fue crítica", sino que "simplemente procuraba que se formara un foro de reflexión para ver si aquella situación se podía reconducir". "Creo que se estaba a tiempo, algo se podía haber hecho, pero esta llamada no tuvo ningún interés para nadie, prácticamente", ha señalado.

Continuando con esta línea, ha afirmado que visitó a los consejeros de Caja Navarra, uno de los primeros el propio presidente, José Antonio Asiáin, para explicarles su punto de vista. "Algunos mostraron interés en tener papeles, pero se estaba en un proceso electoral y la Caja estaba siendo arma arrojadiza de unos contra otros y no quería entrar con este documento en darle mayor acento", ha apuntado.

INSPECCIONES DEL BANCO DE ESPAÑA

A lo largo de su comparecencia, Lorenzo Riezu se ha referido a la labor inspectora tanto del Gobierno de Navarra como del Banco de España, para señalar que "se entendía que la inspección de la Caja correspondía al Gobierno de Navarra" y que el Banco de España podía hacerla contando con el mandato del Ejecutivo foral.

En ese sentido, ha explicado que el Banco de España "quiso hacer inspecciones un par de ocasiones sin pasar por lo que entonces era la Diputación foral y el señor Juan Luis Uranga -entonces director de la Caja- se negó, dijo que si no tenía un mandato del Gobierno de Navarra no entraba el Banco de España a hacer la inspección". "A partir de ahí, el banco pedía autorización al Gobierno de Navarra para hacer las inspecciones, en dos ocasiones con Uranga y en dos ocasiones conmigo en la dirección", ha explicado, al tiempo que ha señalado que el Gobierno de Navarra no ejerció su potestad de inspección.

"SE HA EXAGERADO" AL HABLAR DE LA SITUACIÓN LABORAL

En otro orden de cosas, Lorenzo Riezu también se ha referido al proceso de fusión entre Caja de Ahorros de Navarra y Caja Municipal de Pamplona y ha negado las acusaciones que realizó su sucesor en el cargo, Enrique Goñi, en el sentido de que la entidad se convirtió en algunos casos en un "gulag laboral".

"Creo que se ha exagerado mucho ese tema, pero que lo diga alguien que sí ha incurrido en ese aspecto, y ha incurrido una persona que fue nombrando directivos que le duraban un año, prejubilando a gente con 46, 47, 50 años, contratando gente de la calle que le duraba uno o dos años nada más, se estaba arrinconando a muchísima gente, y no voy a poner nombres y apellidos". "De los primeros equipos del señor Goñi prácticamente en 2009 no quedaba nadie en la Caja", ha asegurado Riezu.

"No voy a hablar de gulag, pero esto por lo menos crea mucha confusión en una organización", ha dicho, sobre continuos cambios que, según ha asegurado, se produjeron durante el mandato de Goñi, por lo que ha cuestionado "las críticas hechas por alguien que está procediendo de esta manera".

RECONOCE COLECTIVOS QUE "NO QUEDARON COMPLACIDOS"

Sí ha reconocido, no obstante, que en Caja Municipal "hubo especialmente dos colectivos que quizá no quedaron suficientemente complacidos -tras la fusión- por el tratamiento que se les dio". "Creo que uno fue el de los oficiales superiores, ya que para alcanzar esa categoría en Caja Navarra eran necesarios 25 años y en Caja Municipal 12 años, y ahí se tuvo que ir a una categoría intermedia, porque si no hubiéramos caído en un problema mayúsculo. El otro colectivo fue el de los subdirectores, ya que en Caja Navarra, cuando dejaban su puesto perdían su complemento, y en Caja Municipal era para siempre. Ahí pudo haber algunos problemas", ha dicho.

Así, ha señalado que es consciente de que "habrá gente que estaba insatisfecha de lo que pudo tocarle en este proceso de fusión, con dos plantillas, una de más de 900 personas y otra más de 300".

También se ha referido al caso particular de Manuel López Merino, director de Caja Municipal de Pamplona que, tras la fusión, fue nombrado director adjunto de Caja Navarra, acogiendo bajo su mando la subdirección de administración. "Yo sé que al señor Merino, el área que cogió probablemente no es el área que más le hubiera apetecido, eso a lo mejor es lo que concluyó en que finalmente un año después pidiera la resolución del contrato de alta dirección", ha señalado.

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