El diputado de Carreteras, Pablo Seguí, y el de Comarcalización, Voro Femenia, han visitado la zona tras la finalización de las obras, acompañados por el alcalde de Bellreguard, Alexandre Ruiz, y el primer teniente de alcalde, Joan Marco.

Los trabajos se han llevado a cabo en el tramo de la CV-673 comprendido entre la glorieta de la CV-670 y el primer paso sobreelevado junto al club de tenis. Tal como ha explicado Seguí, toda la zona "presentaba un deterioro generalizado del firme, con numerosos baches y un alto deslizamiento, lo que hacía necesario llevar a cabo una actuación integral que garantizara la seguridad en la circulación de todos los usuarios".

Esta carretera concentra durante la época estival una de las mayores intensidades circulatorias de toda la red provincial. Para solucionarlo, el área de Carreteras de la Diputació de València ha procedido a la sustitución del asfaltado en todo el tramo, la aplicación de un tratamiento termoadherente para reducir el deslizamiento y el repintado de las marcas viales. La actuación ha supuesto una inversión global de 50.000 euros, destaca la institución provincial en un comunicado.

El alcalde de Bellreguard ha agradecido al diputado de Carreteras la intervención realizada, "ya que permite poner a punto para el verano una carretera por la que en estos meses pueden llegar a pasar más de 12.000 vehículos al día, con el consiguiente riesgo que esto comporta", ha destacado Ruiz.

Por su parte, Joan Marco ha recordado que la apuesta de la institución que preside Jorge Rodríguez por Bellreguard "ha sido una constante a lo largo de toda la legislatura, que se ha notado tanto en el aumento de las ayudas procedentes de los planes provinciales, como en la ejecución de actuaciones concretas, como esta de la CV-673, o la realizada hace menos de un año en la Avinguda de la Mar, que no sólo contó con una aportación extraordinaria de la institución provincial, sino que parte de ella fue ejecutada directamente por el área de Carreteras".

Concretamente, en esta avenida se llevó a cabo una actuación integral, presupuestada en cerca de 400.000 euros, que incluyó la ampliación de las aceras, la renovación del mobiliario urbano y la sustitución del pavimento de la calzada, a la que se incorporó una malla especial antifisuras para absorber el impacto de los vehículos pesados sobre el hormigón.