La plaza de las Tendillas lidera los puntos de encuentro para el intercambio de libros

  • Córdoba se suma a la moda del bookcrossing.
  • Cualquier espacio es idóneo para prestar libros.
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Los cordobeses se animan a leer
Los cordobeses se animan a leer
P. CRUZ
Los cordobeses se animan a leer

Si usted va por la calle y se encuentra un libro, no piense que alguien lo ha perdido o lo ha dejado olvidado, ese volumen ha sido dejado en ese lugar a propósito para que quien quiera se lo lleve a su casa y lo lea. A este tipo de actividad se le llama bookcrossing y cada vez gana más adeptos, llamados bookcrossers, en nuestra ciudad.

La plaza de las Tendillas, un banco en un centro comercial, el asiento del autobús o la barra de cualquier bar son espacios válidos para liberar o prestar un volumen a quien quiera leerlo. Este movimiento es una manera novedosa de leer, porque se facilita el intercambio de libros que ya se han leído y que a su dueño ya no le hace falta.

Esta iniciativa se realiza a nivel mundial y pretende ofrecer de una manera gratuita la propagación y divulgación del libro tradicional, para convertir el planeta en una biblioteca mundial. Durante muchos años el punto oficial para liberar libros en Córdoba era un bar de copas llamado Poney Pisador. Para todos los aficionados que quieran saber cuando se soltará un título pueden bucear por la página oficial www.bookcrossing-spain.org y conocer a través de su foro a personas que van a prestar sus libros en Córdoba.

En www.bookcrossing.com se pueden encontrar miles de críticas de libros, recomendaciones, y puntuaciones, ya que cada vez que un libro cambia de manos sus miembros realizan anotaciones en el mismo. Las máximas de este tipo de moda son las tres erres, que en ingles significa leer, registrar el libro y liberarlo.

Proceso pormenorizado

La manera de liberar un volumen es dejarlo en un banco de un lugar donde pase mucha gente o olvidarlo en alguna cafetería para que algún cordobés se lo lleve. Registrando el libro en la web oficial con un número de identificador se puede ver por donde viaja cada título.

El primer propietario del texto puede saber por cuantas manos ha pasado el mismo, si cada una de las personas que lo leen lo registra. Hay muchos cordobeses que se animan a ir de caza, que es como se le denomina al acto de buscar los libros liberados. Recientemente se ha realizado la liberación de 10 libros en nuestra ciudad.

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