La localidad zamorana de Revellinos de Campos festejó el día de San Antón con una manifestación de animales que se desarrolló tras la misa en honor al Santo organizada por la Asociación Cultural Las Salinas.

El promotor de esta iniciativa, Isidro Fernández, quien el año pasado protagonizó una insólita boda con una burra como símbolo de la defensa y el amor hacia los animales, actuó como portavoz de todas las especies congregadas en la población, mientras que la burra Matilde hizo las veces de madrina de honor de los ejemplares congregados, vestida para la ocasión.

A los perros y gatos, los más habituales en este tipo de celebraciones, se sumaron asnos, cerdos y corderos, entre otros cuadrúpedos, además de distintas aves: patos, palomas y jilgueros e, incluso, un par de topillos. Cada colectivo animal cobró su propio protagonismo ante el Santo patrón para expresar, por boca de Isidro Fernández, "sus inquietudes, necesidades y reivindicaciones".

Protestas contra los topillos

De esta forma, las ovejas pusieron de manifiesto las "muchas demandas pendientes con los pastores y con la sociedad" y sus malestar por el descenso en los precios de la leche, la carne y la lana. El colectivo de los topillos expresó sus quejas a la Junta de Castilla y León a los agricultores por pedirles "un mayor control de la natalidad".

Los manifestantes estuvieron acompañados en todo momento por los vecinos de la localidad, uno de los cuales acudió disfrazado de langostino en representación de las especies del mundo marino. Con esta iniciativa, desarrollada este año por segunda vez consecutiva, la Asociación Las Salinas pretende convertir a Revellinos de Campos "en un símbolo de la defensa de los animales cada año el día de San Antón" y a la vez "rendir culto santo patrón de los animales con una fiesta que, sin olvidar el aspecto religioso, tenga también una parte lúdica".

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