La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, se ha opuesto este martes a los planes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a iniciar un diálogo con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, porque, ha señalado, "hablar con Torra no es hablar con todos, es hablar con los separatistas".

Arrimadas ha participado este martes en un desayuno informativo organizado por El Economista, donde también ha mostrado su rechazo a regresar al Estatuto que aprobó el Parlament en 2006 y después fue modificado por el Tribunal Constitucional y también a la posibilidad de que los políticos catalanes que están presos por el proceso independentista sean trasladados a cárceles en Cataluña.

Arrimadas ha pedido "dos cosas" a Sánchez: "que no nos utilice como moneda de cambio a los catalanes" y que " no se confíe, cuando habla con el señor Torra no está hablando con Cataluña, sino con la mitad de los catalanes, cuando escucha las exigencias de Torra está escuchando las exigencias del separatismo", ha afirmado y ha asegurado no sentirse representada por el presidente catalán.

"No nos sentimos representados por Torra", ha asegurado Arrimadas, que ha llegado a decir que "el Gobierno de España tiene que protegernos ante la violación ante la violación de derechos humanos" y de la exhibición en espacios públicos de "simbología ideológica", como el lazo amarillo desplegado en la sede de la Generalitat.

Arrimadas también se niega a trasladar a los políticos presos a cárceles de Cataluña -"no estoy de acuerdo con que se trasladen los presos a Cataluña"- y ha advertido a Sánchez de que "no se puede utilizar la política penitenciaria como moneda de cambio para que los separatistas apoyen una moción de censura".

Ciudadanos tampoco está de acuerdo con la posibilidad que ha sopesado desde hace tiempo el PSC de acercarse o recuperar algunas partes que fueron rechazadas en el Estatut que aprobó en 2006 el Parlament con la garantía del entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que aceptaría su decisión pero que luego fue modificado en el Congreso y recurrido ante el Tribunal Constitucional.

Este proceso es visto por los independentistas catalanes como el inicio más evidente del maltrato que ven por parte del Gobierno central.

"Están diciendo que vamos a recuperar el Estatuto", ha dicho Arrimadas que se ha preguntado si "12 años después vamos a volver otra vez al inicio del procès", y se ha negado a recuperar medidas que el Constitucional calificó como "anticonstitucionales" como que Cataluña tenga una "justicia propia" o la prevalencia del catalán sobre el castellano como lengua vehicular.