Emaya plantea una forma más sostenible de tratar la materia orgánica y el rechazo para obtener compostaje y biogás

  • La presidenta de Emaya, Neus Truyol, ha presentado este lunes un estudio encargado por la empresa pública en el que se plantea una forma más sostenible de trata la materia orgánica con el fin de mejorar la obtención de compostaje y biogás.
Recogida Selectiva Móvil, Emaya
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EMAYA - Archivo
Recogida Selectiva Móvil, Emaya

Según ha detallado en un comunicado Emaya, de acuerdo con las conclusiones del estudio es posible un tratamiento para la materia orgánica y el rechazo mejor para la salud, el medioambiente, el cumplimiento de la normativa y, además, presenta ventajas económicas.

Truyol ha sostenido que esta alternativa se ofrece a otras instituciones competentes en materia de residuos para que lo tomen en consideración y se tenga en cuenta en próximas normativas

El proceso consiste, básicamente, en aprovechar al máximo las materias primeras contenidas en los residuos, reciclándolas, para obtener compostaje y también biogás.

El sistema elegido para esta recogida es el de contenedor cerrado, con apertura con un sistema de tarjeta, para que sea utilizado por las personas adheridas voluntariamente al sistema y para que en el futuro se puedan implantar incentivos económicos a los participantes.

TRATAMIENTO DE MATERIA ORGÁNICA MUY COSTOSO

La primera conclusión que se extrajo del estudio de las opciones analizadas fue que el tratamiento exclusivo de la materia orgánica resulta "muy costoso" y por lo tanto "económicamente inviable" para Palma.

No obstante, el tratamiento completo de la materia orgánica recogida separadamente, la materia orgánica contenida en la fracción rechazo y la recuperación material de esta fracción "resulta la mejor alternativa, con beneficios para el medioambiente y la salud".

Por un lado, la materia orgánica del contenedor marrón se conduciría a una planta donde se haría una selección previa para separar las bolsas y otros impropios, que se someterían a un proceso de selección de materiales reciclables.

La materia orgánica obtenida con este proceso se sometería a una digestión anaeróbica para la obtención, por un lado de biogás y por el otro, de compostaje.

Por otro lado, el contenido del contenedor gris se sometería a un proceso de pre-tratamiento mecánico para separar la materia orgánica contenida en este contenedor de los otros materiales (también aprovechables).

La materia orgánica procedente del contenedores de rechazo se sometería también a digestión anaeróbica para la obtención de biogás. Sin embargo, por el hecho de no proceder de la recogida selectiva, la normativa no permite obtener compostaje en este proceso.

Desde Emaya han explicado que como resultado de estas dos líneas de tratamiento se obtendrían biogás, compostaje, materiales reciclables y rechazo.

El biogás una vez purificado se considera un gas natural renovable, que podría aprovecharse para los vehículos, como la propia flota de Emaya, o para la obtención de electricidad o calor.

Por su parte, el compostaje se podría utilizar para los usos habituales de este material (agricultura, jardinería, recuperación del suelo) y el resto de materiales obtenidos serían materias primeras en los procesos industriales de reciclaje.

Esta opción, además de los beneficios ambientales, que supondría mayor protección para la salud pública, la sustitución del gasóleo por biogás en la flota de vehículos y un sistema compatible con la jerarquía europea de tratamiento de residuos.

Según las estimaciones, "incluso en escenarios desfavorables, este sistema podría suponer para Palma un ahorro del 20-30 por ciento en relación al coste actual del tratamiento (la incineración)". La inversión tiene un coste previsto de 39 millones de euros, y el coste anual de gestión es de unos siete millones.

Los ingresos previstos por venta de materias primeras y combustible son de ocho millones. La reducción de los materiales a incinerar, de un mínimo del 40 por ciento supone el correspondiente ahorro de la tasa de incineración (en 2017 Palma pagó 26.860.000 euros).

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