Detenidos cinco falsos etarras por extorsión a 85 empresarios

Un policía se hizo pasar por un directivo para concertar una cita. Son un español, dos brasileños y dos dominicanas.

Las cartas, de un solo folio, tenían dos emblemas de ETA, uno de ellos la tradicional serpiente enroscada a un hacha. Y todas empezaban con un «¡Agur terdi!» (¡saludos cordiales!). La Policía Nacional ha conseguido desarticular en un tiempo récord a una banda de delincuentes que se hacían pasar por etarras para extorsionar a empresarios de toda España.

Los arrestados son cinco: un español, que era el cabecilla, dos ciudadanos brasileños y dos mujeres dominicanas, según ha podido saber de fuentes policiales 20 minutos. La banda envió 85 misivas, todas fechadas el 2 de enero, a otras tantas empresas importantes españolas. El diario La Vanguardia publicó ayer el testimonio de uno de los amenazados e informaba de sólo tres cartas en Cataluña.

Lo cierto es que la banda había decidido enviar las cartas a empresas de toda España. Las misivas eran muy amenazantes y exigían el pago de 15.000 1. Si no se pagaba, se amenazaba con matar a la víctima, a su familia y atentar contra su empresa.

Los delincuentes incluían un número de teléfono móvil para que la víctima se pusiera en contacto con ellos. Le daban un plazo de 24 horas para enviar un SMS con sus datos personales. Le indicarían, entonces, cómo pagar durante las 24 horas siguientes.

Malas imitaciones

Desde el primer momento los investigadores policiales sabían que no se trataba de ETA. Aunque intentan imitar el lenguaje terrorista, las cartas están escritas exclusivamente en español, cosa que jamás hace ETA. Además, añaden un número de teléfono, algo insólito y que obviamente ETA nunca ha hecho. Sin olvidar que los emblemas etarras estaban sacados claramente de Internet.

Para su detención, un agente del Grupo de Secuestros y Extorsiones de la Policía se hizo pasar por un directivo una de estas empresas  y concertar una cita para hacer el pago. La operación se desarrolló hace unos días en Madrid y acabó con la detención de todos los miembros de la banda. Ahora se investiga si algún empresario pudo llegar a pagarles.

Los timadores no saben imitar

ETA lleva tres décadas recurriendo al impuesto revolucionario (las cartas de extorsión) para financiar sus actividades. En los dos últimos años han aparecido delincuentes comunes, timadores que se quieren hacer pasar por etarras, «pero enseguida se les pilla porque no tienen en cuenta que las misivas que envía ETA son tan peculiares que se distinguen de las falsas», explica la Policía. En julio de 2007 fueron detenidas dos personas en Palencia por el mismo motivo. En diciembre de 2006 cayó otro timador en Madrid.

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