BIO Nació en Barakaldo (Vizcaya) el 11 de agosto de 1960. Se licenció en Derecho por la Universidad de Deusto y fue profesor de Derecho de la Publicidad en el País Vasco.

La participación del público desde su casa y la inclusión de un cuarto comodín son las novedades de la nueva edición del concurso ¿Quién quiere ser millonario? (Antena 3; sábados, 20.00 h).

¿Qué comodín utiliza Sobera para su vida?

Fundamentalmente, el de la familia y los amigos, que es el que casi nunca falla.

¿Es padre?

No, pero soy hijo, que también es importante.

¿Es tan buen hijo como presentador?

Probablemente sea peor hijo que presentador, pero ya dice el refrán que una madre es para mil hijos y mil hijos no son para una madre.

¿Es usted un buen actor?

Hubo una época en la que me lo consideraba; ya tengo dudas. Llevo tantos años de comunicador que he perdido un poco de oficio.

Hace años que no la arqueo, pero es un mito que me persigue, me perseguirá hasta mi muerte.

¿Y le agrada?

Mucho. Es una forma de reconocimiento de mi trabajo.

¿No quería emular a Jack Nicholson, que las arquea?

Pues tiene una pinta de loco que no quisiera emular.

¿No es usted nada loco?

En un sentido más creativo y positivo que el de Jack Nicholson, que está como una cabra.

¿Cuál es la última locura que ha hecho?

Dedicarme a esta profesión, comprar una casa, rellenar la declaración de renta...

¿Quiere ser millonario o ya es millonario?

En dinero no quiero serlo. En amigos, sí.

¿Nunca ha dado pistas a las concursantes guapas?

A los hombres feos, porque suelen estar discriminados. Además, como soy feo...

¿Interpreta un personaje cuando presenta?

Soy tal cual, lo que pasa es que ya me he hecho un personaje en la vida real.