Pronto podría convertirse en uno de los medios con más posibilidades para garantizar los flujos regulares de inmigrantes que deseen trabajar en España. Y así, sólo el contingente de inmigrantes para el servicio doméstico, el único del que se beneficia la capital gaditana, creció el año pasado cerca de un 43 por ciento respecto a 2006.

En términos absolutos, se habla todavía de cifras muy pequeñas, 108 mujeres para toda Andalucía en 2007 frente a las 62 de 2006. Pero el incremento proporcional tan espectacular que ha experimentado este programa inaugurado en el año 2002 confirma que aplicado con más generosidad podría satisfacer muchas necesidades de empleo en países en desarrollo, y podría eliminar, o al menos, atenuar, las situaciones inhumanas a la que deben enfrentarse muchos migrantes para alcanzar las costas de Europa. Porque demanda de empleadas, desde luego, hay.

Para poder participar de esta fórmula bastante similar a la contratación en origen, el país emisor del contingente de inmigrantes debe tener previamente suscritos los correspondientes acuerdos con el Estado español.

En la actualidad, cuatro países: Colombia, Ecuador, República Dominicana y Marruecos, tienen suscritos los preceptivos convenios con España para enviar mujeres a trabajar como asistentas domésticas en régimen interno.

En esto, como en todo, todavía persisten muchos mitos y prejuicios. Así, la mayoría de los empleadores españoles suele preferir a priori a mujeres de países latinoamericanos, tal vez por la proximidad cultural y porque ya se tiene superada de antemano la barrera del idioma.

Según confiesan en la entidad que gestiona estos contingentes, la Asociación Comisión Católica Española de Migraciones (Accem), quienes deben enfrentarse de manera apriorística a más recelos y prejuicios por parte de los empleadores suelen ser las mujeres procedentes de Marruecos.

Sin embargo, es sólo una primera impresión, porque una vez contratadas son las que producen un mayor nivel de satisfacción entre sus empleadores.

En Accem prefieren quedarse sin embargo, una vez cerrada la memoria del año pasado, con los buenos resultados generales, con incremento en la demanda y en el número de mujeres llegadas a la comunidad autónoma y, por ende, a Cádiz.

Mayor divulgación

Muchos son los factores que explicarían este espectacular aumento del programa de contingentes para trabajar como asistentas en régimen interno. Sin embargo, el más importante de ellos, según la portavoz de Accem, Mercedes Guzmán, es la difusión que se ha hecho del mismo.

La divulgación y mayor conocimiento ciudadano del programa ha provocado que se produzca una mayor demanda de empleadas y que, por tanto, se acumularan más ofertas de trabajo en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE).

A raíz de ahí, es el SAE el que presenta ante el Gobierno su previsión para que éste determine el número de trabajadoras inmigrantes que se pueden pedir a los países emisores.

El programa, no obstante, también tiene sus fisuras. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, por ejemplo, ha denunciado la discriminación que, a su juicio, padecen a este respecto los inmigrantes del África Subsahariana. Según Derechos Humanos, son los extranjeros que menos se benefician de estos programas y sólo encuentran algún hueco como temporeros en el campo. Sin embargo, en el caso del servicio doméstico, no existen convenios con ninguno de estos países.

Todas las trabajadoras extranjeras que llegan a Cádiz con este programa para emplearse como asistentas domésticas en régimen interno se rigen en sus relaciones laborales por las condiciones establecidas en el Real Decreto 1424/85, que regula el trabajo remunerado del hogar.

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