El París de Brassaï llega a Madrid

Singular es también la serie de fotografías agrupadas bajo el título Plaisirs (Placeres), protagonizadas por outsiders (prostitutas, delincuentes y otras figuras de los bajos fondos), entretenimientos públicos (salas de baile o ferias populares) o los habitantes del popular Folies Bergère. Para Brassaï todo ello representaba "el París más vivo y auténtico". También se reúnen sus fotografías diurnas de la ciudad realizadas durante la misma década y aquellas dedicadas a los grafitis. Especialmente fascinado por esta temática, recopiló en cientos de imágenes los que aparecían en las paredes de París.Brassaï. Lovers at the Gare Saint-Lazare. c. 1937. 23.6 x 17.3 cm [Plaisirs 143] Estate Brassaï Succession, Paris © Estate Brassaï Succession, Paris
Singular es también la serie de fotografías agrupadas bajo el título Plaisirs (Placeres), protagonizadas por outsiders (prostitutas, delincuentes y otras figuras de los bajos fondos), entretenimientos públicos (salas de baile o ferias populares) o los habitantes del popular Folies Bergère. Para Brassaï todo ello representaba "el París más vivo y auténtico". También se reúnen sus fotografías diurnas de la ciudad realizadas durante la misma década y aquellas dedicadas a los grafitis. Especialmente fascinado por esta temática, recopiló en cientos de imágenes los que aparecían en las paredes de París.Brassaï. Lovers at the Gare Saint-Lazare. c. 1937. 23.6 x 17.3 cm [Plaisirs 143] Estate Brassaï Succession, Paris © Estate Brassaï Succession, Paris
BRASSAÏ
Singular es también la serie de fotografías agrupadas bajo el título Plaisirs (Placeres), protagonizadas por outsiders (prostitutas, delincuentes y otras figuras de los bajos fondos), entretenimientos públicos (salas de baile o ferias populares) o los habitantes del popular Folies Bergère. Para Brassaï todo ello representaba "el París más vivo y auténtico". También se reúnen sus fotografías diurnas de la ciudad realizadas durante la misma década y aquellas dedicadas a los grafitis. Especialmente fascinado por esta temática, recopiló en cientos de imágenes los que aparecían en las paredes de París.Brassaï. Lovers at the Gare Saint-Lazare. c. 1937. 23.6 x 17.3 cm [Plaisirs 143] Estate Brassaï Succession, Paris © Estate Brassaï Succession, Paris

Nadie como él retrató el París de entreguerras. Sus fotografías recogieron el palpitar de una ciudad donde la noche, las calles, las prostitutas, los bajos fondos, los delicuentes, el Follies Bergère o las salas de baile eran "lo más vivo y auténtico". Hablamos, como no, de Brassaï (Brassó, actual Rumanía, 1899- Eze, Francia, 1984) a quien la Fundación Mapfre de Madrid dedica una extensa retrospectiva –tras su paso por Barcelona- que podrá visitarse en la Sala Recoletos hasta el próximo 2 de septiembre.

Él, que solía decir que "para mí la fotografía de sugerir, no insistir, ni explicar" y que lo más magnífico de su profesión era "producir imágenes que incitaban a la emoción", llegó a la profesión casi por casualidad. Fue en París, tras estudiar arte en Budapest y Berlín, donde recalaría en 1924 para dedicarse a la pintura. Allí se dio cuenta que las fotografías estaban sustituyendo a la ilustraciones tradicionales en periódicos y revistas e improvisó una agencia fotográfica que surtía de imágenes a estas publicaciones. Primero de otros fotógrafos, luego, realizadas por él mismo.

París le sedujo como ciudad y fue la gran protagonista de su obra, de hecho, sin Brassaï y sus imágenes sería imposible entender el París de entreguerras. Sobre todo sentiría fascinación por la noche -aliada de la vida y obra de la vanguardia parisina a la que también retrató-, pero no faltaron entre sus trabajos imágenes de su vida cotidiana, sus rincones pintorescos, sus personajes, sus monumentos o naturalezas muertas. "La noche sugiere, no enseña. La noche nos encuentra y nos sorprende por su extrañeza; ella libera en nosotros las fuerzas que, durante el día, son dominadas por la razón", diría.

Comisariada por Peter Galassi, conservador jefe del Departamento de Fotografía del Museum of Modern Art de Nueva York de 1991 a 2011, la muestra recorre toda su trayectoria a través de más de 200 piezas entre fotografías de época, varios dibujos, una escultura y material documental y es la primera exposición retrospectiva sobre este pionero de la fotografía moderna que se realiza en España desde hace 25 años.

"Hace una década que no se hacía una exposición tan importante, y seguramente no se volverá a hacer otra igual", dice Jaime Jiménez Burillo, director de Cultura de la fundación, ya que ha sido posible gracias a los préstamos de instituciones particulares europeas y americanas como Estate Brassaï Succession (París), Centre Pompidou (París), el Museo de Arte Moderno de Nueva y el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, entre otros.

Prostitutas, delicuentes y bajos fondos

Tan extenso y exhaustivo recorrido se divide en doce secciones. Por supuesto, la encabeza el capítulo dedicado a la noche parisina. El origen de estas fotografías se encuentra en un encargo realizado por el editor Charles Peignot a un joven y desconocido Brassaï, que se convertiría en el libro Paris de Nuit (1932), todo un éxito en la época del que puede verse un ejemplar original. La pasión del fotógrafo por la noche no decaería a lo largo de la década de los 30. "Si algo le caracteriza es el retrato del París nocturno, que es una manera de entroncar con la pintura y literatura del siglo XIX de Toulouse-Lautrec y Vodelaire. Y nos lo transmite a través de una mirada muy culta y muy leída de esas novedades de las vanguardias", añade Jiménez Burillo.

Singular es también la serie de fotografías agrupadas bajo el título Plaisirs (Placeres), protagonizadas por outsiders (prostitutas, delincuentes y otras figuras de los bajos fondos), entretenimientos públicos (salas de baile o ferias populares) o los habitantes del popular Folies Bergère. Para Brassaï todo ello representaba "el París más vivo y auténtico". También se reúnen sus fotografías diurnas de la ciudad realizadas durante la misma década y aquellas dedicadas a los grafitis. Especialmente fascinado por esta temática, recopiló en cientos de imágenes los que aparecían en las paredes de París.

La relación de Brassaï con el círculo de artistas, intelectuales y escritores de Montparnasse también queda latente en la exposición. Por un lado, gracias a sus colaboraciones con la lujosa revista de arte Minotaure, que aparecería en junio de 1933 y que supondría el punto de inicio de su intensa amistad con Picasso, al que fotografiaría para el primer número. Por otro, con el extenso listado de personajes de la cultura que posarían para su objetivo: Salvador Dalí, Henry Miller (que lo bautizaría como 'El ojo de París'), Henri Matisse, Léon-Paul Fargue, Jean Genet o Jacques Prévert.

El recorrido se completa con Personajes, que intenta explicar cómo la fotografía al igual que la pintura puede elevar a sujetos ordinarios al nivel de lo universal; Lugares y cosas, en la que encontramos maravillosas fotografías como las realizadas a la Sagrada Familia de Gaudí o el Sacromonte granadino; Sociedad, dedicada a las reuniones de la alta sociedad parisina; Cuerpo de mujer, que plasma su fascinación por el cuerpo femenino; El sueño, otro de sus temas fetiches fue fotografiar a personas durmiendo; y La calle, que reúne instantes de sus viajes por España, Suecia, Estados Unidos o Brasil como parte de su trabajo para Harper's Bazaar.

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