Una de las mochilas explosivas empleadas para atentar en diciembre de 2006 contra el edificio del aparcamiento de la terminal T4 del Aeropuerto de Barajas, en Madrid, estuvo guardada por integrantes de la banda criminal ETA en la municipalidda de Sacedón.

La banda terrorista ETA repartió al menos seis mochilas con explosivos antes y durante el alto el fuego que inició el 22 de marzo de 2006 cuyos destinos fueron Valencia, Asturias, Tarragona, Zaragoza, Guadalajara y Vizcaya. Lo hizo el 'comando especial' que atentó contra la T-4 de Barajas y recientemente desmantelado por la Guardia Civil, según informó este jueves el diario El Mundo.

Los destinos

Los destinos fueron Valencia, Asturias, Tarragona, Zaragoza, Guadalajara y Vizcaya.

El reparto de los explosivos fue organizado cuando aún no se había formado el 'comando especial' compuesto por los ahora detenidos Martín Sarasola e Igor Portu, junto a los huidos junto Mikel Sansebastián y José Iturbide.

Tras la propuesta del dirigente de ETA Joseba Aranibar -ya detenido-, los etarras transportaron el material desde su pueblo, Lesaka (Navarra), a otros puntos de la geografía española. Como informa el citado diario, el primer traslado se realizó en julio de 2004 cuando los terroristas transportaron dos mochilas.

La primera tenía como destino Valencia y la segunda, el límite entre Palencia y Asturias. A finales de ese año se produjo el segundo envío con Tarragona como destino seguido de un tercer transporte a inicios del 2005 hacía Zaragoza.

La localidad de Sacedón, en Guadalajara, fue el destino de la cuarta mochila a finales de 2005. La última entrega tuvo lugar ya a principios de 2006 a una localidad dentro de Vizcaya.

El encargo

Las fuentes antiterroristas no precisaron la fecha exacta de esa entrega. Fue en otoño de 2006, ya en plena tregua, cuando el operativo recibió el encargo de colocar la furgoneta bomba en Barajas (el 30 de diciembre).

Los terroristas recogieron los explosivos en Venta de Baztán, en la zona fronteriza de Navarra.

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