El "error garrafal" de las dietas milagro para perder peso tras el embarazo

  • El ginecólogo Damián Dexeus advierte de que puede tener efectos metábolicos bastante nocivos.
Una mujer embarazada.
Una mujer embarazada.
FLIKR/FUFUE - Archivo
Una mujer embarazada.

"Seguir una de las llamadas dietas milagro tras el embarazo para adelgazar rápidamente es un error garrafal". Esa es la principal conclusión del ginecólogo Damián Dexeus, director médico del Women's Health Institute de Barcelona, en una entrevista.

Para el especialista, que atiende a decenas de mujeres en gestación todos los días en su clínica de la ciudad condal, este tipo de dietas milagro, que suele suponer la eliminación de forma radical de uno o dos elementos clave en la dieta, como hidratos de carbono o grasas, conlleva a menudo "un desastre bastante considerable".

"Probablemente la paciente perderá peso de forma muy rápida, pero no de forma saludable, ya que lo más probable es que luego se produzca el conocido 'efecto rebote', que puede tener efectos metábolicos bastante nocivos, aunque sean reversibles", ha explicado el especialista.

Dexeus no solo centra su crítica en el período de gestación, pues defiende que llevar una dieta adecuada, que él define como "mediterránea mediterránea, de verdad", debe alargarse hasta la lactancia y, en su opinión, mucho más allá.

"Los ginecólogos deberíamos aprovechar el embarazo para hacer un cambio en la dieta de la paciente, si es que es necesario, para establecer una tendencia que se mantenga por el resto de sus días, y que, además, la transmita a sus hijos", ha comentado Dexeus, haciendo especial hincapié en que las dietas "ultrarrestrictivas" en proteínas "pueden estar bien en otros casos, pero durante el embarazo no parecen especialmente razonables".

Poniendo el foco sobre la nutrición durante la lactancia, ha reivindicado seguir una dieta mediterránea "con todos sus nutrientes". "Por ejemplo, los hidratos de carbono son muy importantes en esta época, ya que la madre pierde muchas calorías que van destinadas a ella misma y a la leche materna", ha señalado.

"Es especialmente relevante señalar que, por lo general, los únicos nutrientes que recibe el niño durante ese período provienen de la madre, por lo que es una auténtica aberración intentar perder peso al mismo tiempo con dietas milagro que restringen la cantidad de nutrientes necesarios", ha alertado el experto, incidiendo en que esta situación puede afectar "no solo en el momento, sino también a largo plazo a la salud del niño".

En este sentido, ha recordado que los hábitos dietéticos de una mujer embarazada también repercuten "de forma relevante" en el desarrollo del feto y de su salud futura. "Es un momento interesante para corregir los hábitos si es necesario", ha asegurado Dexeus, que añade: "Además, se da un factor que puede ayudar a este cambio, pues no se suele hacer el esfuerzo por uno mismo, pero sí por un tercero, y más cuando es tu hijo. Este estímulo, sin ninguna duda, puede ayudar".

El peso durante el embarazo

El ginecólogo ha restado importancia al previsible aumento de peso durante el embarazo. "Aquello de kilogramo por mes es francamente complicado de cumplir. Como regla habitual, se ganan de nueve a doce kilos en los nueve meses de embarazo. Todo esto teniendo en cuenta que el feto representa el 30% de ese aumento, el líquido amniótico un 15, y cosas como la glándula mamaria y el volumen de sangre otro 30", ha afirmado el doctor.

Aún así, ha advertido de que la ingesta de calorías durante esta época aumenta considerablemente, sobre todo debido a los cambios fisológicos que se producen en la paciente. "Cuanda trasladas todos estos fenómenos a nuestra era, la de la inmediatez, pues puede resultar en un desequilibrio de la dieta". En este punto, ha alertado de que el sobrepeso es "la enfermedad del siglo XXI", que conlleva "un montón" de patologías durante el embarazo, como mayor riesgo de diabetes gestacional, posibles problemas en el parto o preeclampsia.

Ante esta situación, ha recomendado encarecidamente evitar la bollería industrial, que a su juicio "no debería constituir la base" de una dieta en ningún caso, y menos en esta época. Así, recuerda que las grasas de absorción ultrarrápida "no aportan nada": "Esto no quiere decir que de vez en cuando las embarazadas no se puedan dar un homenaje, pero debe evitarse su consumo habitual. La incidencia que tiene en el desarrollo de la diabetes gestacional es considerable".

Nutrientes por etapas

Distinguiendo entre los tres trimestres del embarazo, el doctor Dexeus ha reclamado asegurar la ingesta de yodo, vitamina B12, ácido fólico o calcio durante la primera etapa, ya que "puede tener mucha transcendencia en el desarrollo del embrión, en temas como la prevención de la espina bífida". En el primer trimestre, detalla que el aporte calórico no tiene por qué ser muy elevado.

"El tercer trimestre es el de más acopie de carga calórica, al ser el momento en el que el bebé más la necesita. Aquí hay que tener cuidado con los azúcares y consumir, sobre todo, hidratos de carbono de absorción lenta, como por ejemplo legumbres, que están desapareciendo de nuestras dietas y son un elemento clave", ha expuesto el doctor.

Por último, el director médico del Women's Health Institute ha insistido en que la nutrición también comienza antes del embarazo: en la preconcepción. "Es necesario que se comience a recibir los nutrientes imprescindibles, como vitamina D, antes incluso de quedar embarazada. Aunque luego hay que ir haciendo ajustes, esta es una buena base para ir recalculando otros pequeños aspectos", ha concluido Dexeus.

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