Consumimos el triple de lo viable para la naturaleza

Cada malagueño ocupa 4,76 hectáreas al año con su casa, el suelo donde crece el alimento que ingiere, y el que se necesita para los residuos que genera.

Las lechugas no crecen en las estanterías de los supermercados y lo que se lleva el camión de la basura no desaparece solo. El territorio necesario para producir los recursos que un humano consume (alimentos, espacio que ocupa su coche, etc.) y el suelo donde almacena sus residuos se llama huella ecológica.

Este indicador dice que cada malagueño precisa 4,76 hectáreas para alimentarse y procesar sus desechos. Para que esto fuera ecológicamente viable, es decir, sostenible, la provincia debería ser tres veces más grande de lo que es.

Pero Málaga no va a crecer, de modo que los expertos aconsejan cambiar el modelo económico y de consumo.

El dato de la huella ecológica surge del Observatorio Provincial de Sostenibilidad (OPS), un organismo de Diputación. El OPS presentó ayer un informe sobre el año 2007 que muestra a la provincia como una «enferma», según el diputado de Medio Ambiente, Miguel Esteban Martín (IU). Los consumos de agua y de energías no renovables «se han disparado y hay un agotamiento de los recursos hídricos», aseguró.

El coordinador del OPS, Marcos Castro, destacó que hay que prepararse para el cambio climático «y también para un cambio en el modo de vida económico y en la visión natural de la provincia». La pérdida de calidad ambiental perjudica a la economía malagueña, centrada  en el turismo, insistió.

Un 68% de especies amenazadas

El OPS asegura que el cambio climático modificará la provincia en los próximos 50 años.

El aumento de las temperaturas desplazará hacia el norte la fauna que ahora conocemos.

El calor disuadirá a los turistas de pasar sus vacaciones tan al sur de Europa. Martín destacó que ya ha aumentado la competitividad turística del litoral sur del Reino Unido. Y el medio ambiente ya sufre: el 68% de las especies están amenazadas y cada vez es más difícil que puedan llegar de un paraje natural a otro.

Acuíferos: una solución amenazada

El gráfico superior muestra los riesgos que acechan a los acuíferos y las zonas contaminadas por residuos químicos agropecuarios. Además, las reservas subterráneas ascienden a 600 hm3, mientras la media histórica de los embalses es 300 hm3. El OPS destaca el «potencial del subsuelo» para paliar las sequías, pero señala que un tercio de los puntos de muestreo está contaminado.

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