Salir de tapeo es algo que llama la atención de los turistas, pero no es algo tan habitual.
Tres de cada cuatro trabajadores aún pueden permitirse el lujo de irse a su casa a comer entre semana.
Así se pone de manifiesto en el estudio Los hábitos alimenticios en la ciudad de Sevilla. Nuevas tendencias en Hostelería, que ha sido elaborado por Luis Navarro, del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera y de la Producción Ecológica (Ifapa) de la Junta, junto a la Fundación Investigación y Desarrollo Escuela Superior de Hostelería de Sevilla.
El 25% que tiene que comer fuera de casa lo hace, sobre todo, por su horario laboral (56,7%), distancia entre domicilio y trabajo (53,5%) y el empleo de su pareja (15%).
Lugares preferidos
En este grupo, las preferencias las marca la edad. Los mayores prefieren los restaurantes.
Los bares y cafeterías son más frecuentadas por los de 30 a 45 años. Mientras, la comida rápida es para los más jóvenes.
En lo que a salir a comer fuera por ocio se refiere, los sevillanos lo hacen dos veces al mes con la familia y cuatro con su pareja o con los amigos. En estas ocasiones, prefieren los asadores, las raciones y la comida casera.
Satisfechos, sólo la mitad
Sólo la mitad de los encuestados coincide en afirmar que la oferta de restaurantes de la capital hispalense es de buena calidad y tiene un precio razonable. Las mujeres son las que más valoran la relación calidad precio, mientras que los jóvenes son los que se declaran más insatisfechos. En el estudio se analiza en profundidad la oferta diaria de tres zonas concretas: el centro de la ciudad, Viapol y Reina Mercedes. Todos los puntos presentan «deficiencias», según los resultados.
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