Llegó a Argentina con apenas tres años y allí desarrolló, con los años, una notable carrera artística convirtiéndose en una figura clave de la vanguardia argentina de los años 30 del pasado siglo. Nunca regresó a España, ni siquiera de visita, y sin embargo, tampoco quiso nacionalizarse argentino. Hablamos de Juan Batlle Planas (Torroella de Montgrí, Gerona, 1911- Buenos Aires, 1966), a quien el Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca dedica hasta el 14 de octubre la exposición Juan Batlle Planas: el gabinete surrealista.

La muestra – que posteriormente pasará al Museo Fundación Juan March de Palma del 21 de noviembre al 23 de febrero- reúne una selección de casi 50 obras además de una variada documentación que incluye estudios, revistas, libros y cuadernos ilustrados, fotografías y cartas de este artista a quien el museo define como "un creador de mundos plenos de sueños y realidades paralelas a las cotidianas".

Aunque Batlle fue un artista popular en su país de adopción (allí triunfó gracias a las llamadas Noicas o figuras femeninas ensoñadoras), su obras es poco conocida en España. De hecho, aparte de la presencia de algunas de sus obras en colecciones privadas, el Museo Provincial de Lugo es la única institución pública española que posee una obra de este pintor.

Esta es, por tanto, la primera exposición monográfica suya que puede verse en nuestro país: una antológica que se ciñe a un periodo concreto de su producción (los años 30 y 40) y a un tipo concreto de obras, los collages y gouaches de pequeño formato.

Influenciado por el trabajo de Salvador Dalí, Joan Miró, Giorgio de Chirico, Francis Picabia o Max Ernst, su obra evolucionó desde los postulados del surrealismo a la pintura metafísica y el lenguaje de la abstracción.

"Conocedor profundo del psicoanálisis, Batlle Planas consideró el automatismo gráfico una estrategia de creación con la que bucear en el alma humana. La teoría del inconsciente y los procesos internos de la energía psíquica se reflejan en las diferentes manifestaciones plásticas de su prolífica producción", señala el museo.

Planas trabajó el pequeño formato, mezclando en el recorte y la pintura formas geométricas y figurativas con un fuente componente onírico. En la muestra predominan dos tipos de trabajos. Por un lado, las llamadas radiografías paranoicas, donde los protagonistas son calaveras y esqueletos que evocan la España Negra de Goya y Gutiérrez Solana y la Dansa de la mort, típica de algunas localidades de Cataluña. Por otro, los collages, auténticos poemas visuales donde primero usó el dibujo y el grafismo y donde luego descubrió las posibilidades del color.

Se incluyen también en este recorrido algunas de sus colaboraciones en el ámbito de la ilustración literaria fruto de su contacto con un nutrido grupo de escritores, editores e intelectuales españoles que llegaron a Argentina a causa de la guerra civil española.