El recibidor es lo primero que los invitados ven cuando llegan a una casa, y de él depende su primera impresión. Si atrapa al visitante, el resto de la casa le parecerá agradable y acogedora.

La entrada y los pasillos de una vivienda son lugares estratégicos de paso. Se transitan a todas horas, por lo que en ellos no puede haber objetos que entorpezcan el paso. También se dejan prendas de calle, como abrigos, paraguas o bolsos. Resulta muy útil instalar un armario para tener las cosas organizadas y ocultas de cualquier mirada. Si el espacio lo permite se puede instalar un zapatero, que evitará pasar al interior con el calzado sucio de la calle.

Tanto el hall como los pasillos suelen ser espacios reducidos, con poca iluminación natural y numerosas puertas, por lo que no conviene colocar muchos muebles. Las paredes deben ser claras y neutras.