El municipio de Guissona llegará este año hasta el 50% de población inmigrante. Actualmente, la cifra de personas extranjeras censadas es de 2.508, y se calcula que otras 300 no están censadas, lo que supone que el 49,2% de los 5.700 vecinos que tiene la población son venidos de fuera.

De cumplirse los pronósticos de la Corporación Alimentaria de Guissona (CAG), de hacer 200 nuevas incorporaciones durante este año, la población de inmigrantes llegaría al 52,7% con lo que sería la primera población catalana donde uno de cada dos vecinos son inmigrantes.

El teniente de alcalde de Guissona, Xavier Casoliva, ha destacado la buena integración del colectivo de Guissona y la escasa presencia de conflictos.

Según Casoliva, eso se explica porque se trata de gente que mayoritariamente llega con un puesto de trabajo y además, en Guissona es "viable conseguir una vivienda digna".

Un modelo de convivencia

El responsable de recursos humanos del grupo alimenticio Guissona, Antonio Condal, ha explicado que Guissona es un modelo de convivencia entre la población autóctona e inmigrante, ya que dispone de una buena oferta de trabajo.

Para el responsable de la CAG, ya fue un modelo de convivencia a los años 60 y 70 cuando llegaron los primeros inmigrantes del estado español, concretamente de Andalucía, Extremadura, Galicia, Castilla y León y Castilla-León.

Desde hace una década la empresa inició la contratación de inmigrantes, según Condal, "porque en España no hay suficiente mano de obra". En la actualidad el 40% de los 3.000 empleados de la plantilla del grupo alimenticio son extranjeros, mayoritariamente trabajadores de Ucrania, Rumania y Senegal.

Los colectivos con mayor presencia son ucranianos y rumanos, con cerca de 1.800 personas. El resto está repartido entre gente de cuarenta nacionalidades diferentes. La media comarcal de inmigrantes es de un 22% y la media catalana de un 14,7%.

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