El artista vestía con ropa deportiva, mientras su novia lucía unos tacones imposibles que le impedían moverse con soltura: Bisbal optó por hacer un poco de deporte mientras Elena se quedaba en el coche, un enorme todoterreno.
Antes de correr por las calles de Miami, y como si repostara en una gasolinera, el cantante bebió de los labios de Elena para abastecerse de gasolina en una larga jornada deportiva.
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