Tras un fin de semana de calor en todas las provincias de España y un mes de mayo de agradables temperaturas generalizadas, ha llegado este miércoles una DANA a España. Se trata de una intensa tormenta de gota fría —en este caso una ola de aire frío que procede desde latitudes polares hasta las Azores— que dejará en alerta a una veintena de provincias por riesgo de fuertes lluvias desde este lunes.

Este embolsamiento de aire frío al suroeste peninsular y procedente de Portugal provocará chubascos ocasionalmente tormentosos, más probables e intensos en Andalucía occidental, sur de Extremadura, interior de Galicia de forma más acentuada y cordillera cantábrica, y que serán más frecuentes por la tarde.

Además, saca el paraguas y la chaqueta si te encuentras en alguna sierra del sur peninsular, norte de Cataluña, Vizcaya, Navarra o Aragón, zonas en las que se sufrirán fuertes inclemencias meteorológicas. Este último fenómeno pondrá en alerta a Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Sevilla, Málaga, Ciudad Real, Soria, Burgos, Cáceres, Badajoz y La Rioja.

Según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), durante este miércoles 23 de mayo, el tiempo será estable en la Península y en Baleares. En Canarias, lluvias y chubascos en las islas de mayor relieve.

Con respecto a las temperaturas, se producirá un descenso durante el día en el oeste de Galicia, y subirán en el área cantábrica y valle del Ebro también el jueves.

No será hasta el viernes cuando empiecen a suavizarse las temperaturas, ya que el jueves también se prevé un día lluvioso en toda España

La gota fría, también llamada en meteorología DANA (depresión aislada en niveles altos), es un fenómento meteorológico que normalmente tiene lugar en otoño en el Mediterráneo occidental, más en concreto en la costa valenciana y las islas Baleares.

Su origen está íntimamente relacionado con la corriente en chorro polar, jet stream o sencillamente chorro polar.

Las gotas frías son frecuentes en las latitudes medias al estar bajo influencia del chorro frío, pero adquieren especial importancia en el clima mediterráneo, donde el mar proporciona abundante humedad, considerándose por su breve periodo de recurrencia un rasgo característico del régimen pluviométrico de dicho clima.