El armador del 'Cordero' ve "difícil" que el naufragio fuese por un golpe de mar

  • Alaba la "velentía y el temple" del patrón, que sigue hospitalizado.
  • Dice que en el momento del siniestro "no había temporal".
  • Las labores de búsqueda siguen, pero todavía no han encontrado a los marineros.
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El naufragado pesquero "Cordero" en una imagen de archivo.
El naufragado pesquero "Cordero" en una imagen de archivo.
El naufragado pesquero "Cordero" en una imagen de archivo.

El armador del pesquero Cordero, José María Santiago, mostró hoy su "malestar" por las acusaciones de "imprudencia" que se han realizado y aseguró que en el momento del siniestro no había temporal por lo que ve "muy difícil" que este se produjese por un "golpe de mar" y atribuyó el hundimiento a un "impacto", que aventuró que podría haber sido con un contenedor o un tronco.

"Hoy se registran peores condiciones en el mar con fuerza entre seis a ocho y la flota está faenando", esgrimió el armador para rechazar las acusaciones "falsas" de "irresponsabilidad o imprudencia" e interpretó como "muy difícil" que un golpe de mar fuese el causante del hundimiento, "tiene que darse condiciones extremas y no eran las que se registraban", argumentó.

"Para una desgracia como ésta no hacen falta 200 contenedores, uno solo llega, porque no hace falta mucho para que un barco vaya a pique, aunque por un golpe de mar en esas condiciones es muy difícil", insistió.

Santiago relató que el pasado viernes, con temporal y alerta naranja, el arrastrero se quedó amarrado a puerto y aclaró, al respecto, que la tripulación cobra su sueldo si no pueden salir a faenar. No obstante, retomaron el lunes de madrugada ya que las previsiones meteorológicas que manejaban apuntaban un recrudecimiento de las condiciones "a partir de las 14 horas del martes".

Iban a puerto

De este modo, indicó que, tal y como constató en contactos telefónicos, faenaron "con toda normalidad" durante todo el lunes. Tras recoger los aparejos, el patrón, Marco Antonio Ures García, tomó la decisión "responsable y precavida" de dirigirse a puerto "sobre la una de la madrugada" por las rachas de viento que empezaron a registrarse. "Pero no estaban faenando en el momento de accidente ni las condiciones eran de temporal", remarcó.

El armador precisó que fue cuando se dirigían a puerto cuando sufrieron un "fuerte impacto", según le describió al contramaestre, José Manuel Parada, con lo "inmediatamente" el barco comenzó hundirse.

Ante esta situación, el patrón mayor, Marcos Antonio Ures García, se encargó de que todos dispusieran de sus chalecos salvavidas y comprobó que estaban "bien colocados y amarrados" y, tras ser el último en saltar del barco, coordinó la puesta en práctica de las primera reglas del protocolo salvamento marítima.

"Tuvo un temple y una valentía ejemplar, que muy difícilmente yo pudiese reproducir con mis más de 30 años de experiencia", admitió el armador con respecto a Marcos Antonio Ures, de 29 años de edad, y uno de los tres supervivientes y el único que permanece ingresado en el Hospital Juan Canalejo, debido a la entrada de agua en los pulmones.

Precisamente, Santiago atribuyó a la "pericia y profesionalidad" de este joven a que, junto a él, haya otros dos supervivientes. "Gracias a él los otros dos están vivos", aseguró el armador, quien indicó que fue Marcos Antonio Ures quien emplazó a los ocho miembros de la tripulación a cogerse de la mano y hacer un círculo mientras los efectivos de salvamento no llegaban a rescatarlos.

Durante ese período, uno de los miembros de la tripulación llegó a soltarse, al desfallecer por el cansancio, y fue el propio Marcos Antonio Ures quien volvió a por él para mantenerlo en el círculo, según le relató al armador el contramaestre y otro de los supervivientes, José Manuel Parada.

Dispositivo de búsqueda

Salvamento Marítimo mantiene el dispositivo de búsqueda de los cuatro marineros desaparecidos del arrastrero Cordero, tanto en la zona del hundimiento del pesquero como en la zona costera. El temporal que todavía existe en el mar y en tierra en Galicia condiciona las labores.

La Sociedad de Salvamento Marítimo confirmó que en la zona del naufragio, a 30 millas del cabo Prior, estuvo toda la noche el buque Don Inda, que sigue con el rastreo desde por la mañana, junto con la embarcación de la Xunta Irmáns García Nodal y el avión de salvamento Rosalía de Castro, que tiene base en Santiago de Compostela.

Mientras en la zona del naufragio las labores para tratar de localizar a los cuatro marineros desaparecidos (dos gallegos y dos indonesios) son realizadas por grandes buques, en la jornada de hoy también están en aguas costeras otras embarcaciones de salvamento y por tierra con efectivos de Protección Civil.

Así, en la costa lucense, entre Ribadeo y Burela, está trabajando la salvamar Alioth, al tiempo que entre esta segunda localidad y Bares está la embarcación de Cruz Roja Saturno. Asimismo, se movilizaron efectivos de Protección Civil por tierra, entre cabo Prior y Ortegal. Los marineros desaparecidos son los gallegos José Alfonso Sotelo y Alberto Otero, y otros dos de nacionalidad indonesia, Slamet Hermanto y Rudiyanto Wayudi, ambos residentes en A Coruña.

Psicólogos especializados en catástrofes atienden desde ayer a las familias de los náufragos, profesionales que han atendido casos como el de los cuatro muertos al ser arrollados en un paso a nivel en Valga; el accidente laboral en la construcción del AVE en Ourense o el caso de un siniestro de tráfico en el que murieron cuatro miembros de una familia.

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