Antúnez, uno de los creadores de La Fura dels Baus, participa en Córdoba en unos seminarios impartidos en el  Albergue Juvenil.

La Fura dels Baus siempre ha buscado espacios escénicos diferentes, ¿por qué?

En los años ochenta había un intento de recuperar espacios que habían sido reconvertidos para otra actividad. Las condiciones del país eran muy diferentes, y queríamos romper con la convención.

¿Qué le animó a crear una compañía diferente?

Éramos amigos de la infancia. Con 19 años nos trasladamos a Barcelona y empezamos a trabajar en el teatro hasta que decidimos crear algo nuevo y llevarlo por un estilo vanguardista.

¿En qué proyecto está involucrado ahora?

Toco muchos campos. Mi trabajo consiste desde las performances tecnológicas, las  instalaciones robóticas, hasta las  esculturas biológicas. Mi carrera es muy transversal. Me interesa entender el mundo e indagar la vida humana.

¿Cuál ha sido su última obra?

Desde hace 3 años estoy llevando a cabo un proyecto que se llama Membrana. Consta de una parte llamada protomembrana que es una lección teórica sobre la sistematurgia, a modo de novela latina, una narración llena de fábulas. La segunda parte es la hipermembrana, una performance mecatrónica en la que intervienen tres actuantes, una máquina de gritos, un dreskeleton y varios sensores.

¿Qué le parece el panorama artístico actual?

En vez de bajar a un lugar me parece que lo hemos abandonado. No creo que vivamos un momento cultural para tirar cohetes. No es fácil plantear proyectos que se salgan de lo común, pero yo estoy convencido de que ese es el futuro.

BIO

Marcel lí Antúnez lleva 30 años dedicado en cuerpo y alma al teatro. Se autodefine como una persona curiosa.