Su nombre es Kayla y su valentía ha dado la vuelta al mundo. Todo ocurrió en una gasolinera de Chicago hace una semana. Allí, un ladrón aprovechó que Mark Beasanski se había dejado el coche con las llaves puestas mientras pagaba la gasolina para llevarse el vehículo.

Su hija, Kayla, se encontraba en la parte trasera y al ladrón no le importó arrancar llevándose a la niña mientras Mark le gritaba que parase para liberar a su hija. A todo esto, la pequeña de 11 años, lejos de quedar paralizada por el miedo, decidió abrir la puerta del coche en marcha y lanzarse fuera para escapar.

"No quería que me llevara, ¿y si tenía un arma?", ha contado la joven a CBS Chicago en una entrevista donde ha explicado su hazaña. "En un primer momento sentí miedo, pero luego desapareció y pensé que si salía todo iría bien. Veía a mi padre fuera del coche intentando que me soltase y supe que podía hacerlo por mí misma".

Las imágenes fueron captadas por una cámara de seguridad, en la que se ve cómo Kayla escapa y, segundos después, se abraza a su padre. Apenas sufrió algún corte y rasguño en la caída, pero nada de importancia. El ladrón fue detenido poco después tras una persecución policial que acabó con éste chocando con su coche cerca de la First Avenue.