Ni CCOO ni UGT se conforman con las medidas anunciadas por el Gobierno de España tras el éxito de las movilizaciones anteriores y exigen la derogación de la reforma de pensiones de 2013, como una de los principales causantes del empobrecimiento de nuestros jubilados y pensionistas.

Recuerdan los sindicatos que las pensiones pierden poder adquisitivo y solo se revalorizan un 0,25% cada año mientras los precios ya se sitúan este año en media interanual del 1,1%.

El 50% de las pensiones no llega al SMI y el 38% de los pensionistas viven bajo el umbral de la pobreza. Y sin embargo, las pensiones son la fuente de ingresos de más de 9 millones de personas y además 4 de cada 10 pensiones han contribuido a sostener a sus familias durante la crisis, pese a que la pensión más frecuente en España apenas asciende a 650 euros.

UGT y CCOO reiteran que esta situación es fruto de la reforma de las pensiones de 2013, de la reforma laboral que ha reducido las cotizaciones y exigen su derogación como elemento indispensable para el crecimiento equilibrado de trabajadores y pensionistas.

Igualmente, reprueban la evidente ineficacia del Gobierno para abordar el desequilibrio financiero de las cuentas de la Seguridad Social, consumiendo anticipadamente el Fondo de Reserva y endeudando con préstamos, mientras presenta unos PGE para 2018 que no revalorizan las pensiones ni dan solución a los problemas de la Seguridad Social y sigue sin cumplir su compromiso con las pensiones de viudedad.

Por ello, CCOO y UGT llaman a participar mañana a las 12 horas en la concentración que tendrá lugar mañana, 16 de mayo, frente a la Delegación del Gobierno de La Rioja (Muro de la Mata), a la que también llaman a unirse a los partidos políticos para que manifiesten la necesidad de derogar la reforma de 2013.

Por otro lado, la concentración también incorporará proclamas sobre Igualdad siguiendo con la corriente de movilizaciones que arrancó el 8 de Marzo y que también tiene su consecuencia directa sobre las pensiones. De hecho, una jubilada riojana cobra una pensión media un 37% más baja que los hombres.