Alberto Garzón, coordinador federal de IU, expondrá este sábado ante la Asamblea Político y Social de su organización su hoja de ruta hacia las elecciones de 2019, y avanzará algunas de las condiciones que recogerá el acuerdo para concurrir en coalición a los comicios de ese año, un pacto que aún no se ha cerrado.

Compuesta por unos 200 miembros, la asamblea es el máximo espacio de dirección de IU entre congresos, y en el orden del día de su reunión de este sábado tiene prevista, además del informe inicial de Garzón, el debate y la votación de dos textos: "Bases para la confluencia electoral 2019" y "Hacia las elecciones de 2019".

El primero de esos documentos aborda las líneas maestras del futuro pacto con el partido morado, que lleva meses negociándose. En un borrador previo, IU apuesta, como adelantó en febrero 20minutos, por una nueva marca electoral que deje atrás el nombre Unidos Podemos, que creen que les ha restado visibilidad.

Si no fuera posible esa nueva marca, Garzón defenderá que en la papeleta electoral para las municipales, autonómicas y europeas del próximo año estén presentes las siglas de IU, como estarán las de Podemos y otras organizaciones políticas, para que todos se sientan representados y sean "reconocidos" por su electorado.

De hecho, la cúpula de Podemos ya blindó la presencia de sus siglas en la papeleta –salvo en localidades con una marca consolidada, como Ahora Madrid o Barcelona en Comú– tras una consulta a la militancia donde las bases también acordaronir en coalición con otras fuerzas del espacio del cambio, como IU.

Fuentes de la dirección del partido de Iglesias señalan que ven difícil renunciar al nombre Unidos Podemos, aunque sí estarían dispuestos a dar mayor protagonismo a IU añadiendo sus siglas, si fuera necesario, tal y como pide Garzón, que reiteradamente ha denunciado la falta de visibilidad de IU en la coalición.

Lo que nadie contempla es la posibilidad de presentarse por separado, y ambas partes aseguran que las negociaciones marchan bien y que el acuerdo podría estar listo en cuetión de días. También está por decidir cómo se conformarán las candidaturas conjuntas, pues cada formación hará primarias por separado.

El segundo de los documentos que debatirá IU este fin de semana propone precisamente a las federaciones que celebren sus primarias entre junio y octubre, y que el 2 de junio se ponga en marcha el proceso para elaborar el programa electoral de forma "abierta y participativa" para consensuarlo con las confluencias.

Sin embargo, este texto incluye otro punto que ha provocado más revuelo y que plantea reorganizar la gestión económica de IU para acabar con la deuda bancaria y modificar los estatutos para centralizar los recursos, "si así fuera necesario", por "corresponsabilidad y solidaridad federal".

Los críticos creen que esto llevará a una "centralización" contraria al espíritu federal de IU, y sectores como IU, sí, con más fuerza e Izquierda Abierta han pedido que se aplace la reforma organizativa anunciada hasta 2019 para que no se solape con la negociación de la confluencia con Podemos.

Además, quieren que Garzón garantice con firmeza que su apuesta por dejar de ser un partido político clásico y convertirse en un movimiento social no supone que IU vaya a "disolverse" en Podemos. Es decir, que dé explicaciones y desmienta que no tiene en su cabeza acabar con IU, algo que Garzón niega por completo.