¿Cómo surge la iniciativa?

Es un programa nacional que lo organiza la Fundación Esplai y lo financia Microsoft. Jóvenes entre 16 y 18 años enseñan informática básica a adultos que no pueden acceder a ella. Por ejemplo, amas de casa que les da miedo apuntarse a un curso porque no saben encender un ordenador o personas de la tercera edad que no se atreven.

¿Y qué aceptación ha tenido?

Buenísima, ya quedan pocas plazas.

¿Dónde hay que apuntarse?

Hasta el 31 de enero, de 9.00 a 14 horas, en la calle la Cámara, número 23, 1.º, o en la calle Rivero, 25 bajo. Los cursos son gratuitos y hemos puesto este año 200 plazas.

¿El que viene habrá más?

No sabemos, tenemos que buscar financiación. Pero al Ayuntamiento le ha encantado la idea y nos ha dicho que nos va a apoyar. Así que, en principio, el año que viene seguirán las clases de informática.

¿Os ha costado encontrar a los profesores?

No. Son 16 y contábamos con 200 interesados. También por ellos queremos repetir los cursos.

¿Ha sido difícil el trabajo con los chavales?

Todo lo contrario. Ha sido estupendo. Algunos van a dar clases a sus propios abuelos. Estamos muy contentos.

¿Reciben algo a cambio?

Lo hacen voluntariamente. Bueno, reciben la formación en cómo hablar en público y tratar con personas mayores, y un título avalado por Microsoft por haber sido formador. Además, en junio haremos un encuentro estatal con todos los voluntario. Es una forma de incentivar.

Bio

Lleva dos años en la ong Abierto Asturias y ahora es la coordinadora de Conecta Joven. Tiene 33 años y un hijo de 2.