El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha pedido este miércoles al Ejecutivo central que "tenga la audacia cívica y política" de convocar una reunión del Patronato del Archivo de la Corona de Aragón.

En el acto de recepción de una colección de 66 cartas reales de la Alacena de Zurita, con motivo del Día de Europa, acompañado por los consejeros de Presidencia, Vicente Guillén, y Educación, Cultura y Deporte, Mayte Pérez, el presidente aragonés ha lamentado que el Estado decida "retirarse" de Cataluña, y ha dejado claro que el Archivo de la Corona de Aragón "es español y es una obligación y un derecho -de la Comunidad Autónoma- participar en la gestión", añadiendo que forman parte del Patronato cinco regiones, no solo Cataluña.

Asimismo, el presidente aragonés ha anunciado que el Ejecutivo trabaja en la confección de un archivo virtual del Real Monasterio de Santa María de Sijena, donde se reunirán réplicas digitales de los documentos vinculados a este cenobio, en el marco del trabajo de la Administración aragonesa por la recuperación del patrimonio cultural, que junto al natural refleja "el amor" a la región, en el marco del "patriotismo constitucional".

Este monasterio fue depositario de la documentación de la Corona de Aragón antes de que esta se instalara definitivamente en Barcelona a principios del siglo XIV y que reunirá toda la documentación existente en Zaragoza y Huesca, más la entregada por Cataluña hace 15 meses.

En ese sentido, ha recordado que el Gobierno de Aragón trabaja en la recuperación y reconstitución de su patrimonio cultural, como el que hoy se ha hecho público, que formará parte del archivo virtual de Sijena, embrión del Archivo de la Corona.

CARTAS REALES

La directora del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, María Teresa Iranzo, ha presentado las cartas reales, quien ha explicado que se trata de 76 documentos que reunió Jerónimo Zurita para escribir sus 'Anales de la Corona de Aragón' y en los que se manifiesta la "fe europeísta" del Reino de Aragón, que estableció relaciones con Italia, el centro de Europa y el Sur de Francia, así como "el aprecio por el archivo, por la cultura escrita".

Iranzo ha comentado que estos documentos fueron recogidos por particulares y una parte se ha ido recuperando, ya que fueron declarados inexportables, y actualmente "están frágiles, pero bien". La Diputación de Zaragoza compró algunas piezas de la Alacena de Zurita en los años 60 del siglo XX.

Se trata de un lote adquirido en subasta por el Gobierno de Aragón que integra una importante colección de cartas manuscritas de los siglos XIV al XVII, pertenecientes a la correspondencia de los Reyes de Aragón durante los reinados de Jaime I a Felipe II (predomina la época de Fernando II, el Católico) esto es, fechadas entre los siglos XIV a XVI. La mayoría son cartas reales con firmas autógrafas.

Ese fondo documental se constituyó a partir de 1576 como un conjunto de ligámenes en los que el primer cronista del reino, Jerónimo Zurita, recopiló materiales originales y algunas copias auténticas para la redacción de la obra, Anales de la Corona de Aragón, escrita por encargo de la Diputación del Reino.

El fondo de la Alacena de Zurita se creó en el citado Archivo del Reino de Aragón a partir del testamento del propio cronista (fallecido en 1578), que quiso que se custodiase allí todo el patrimonio documental que los reyes le habían autorizado a consultar en muchos archivos de la Península y otros territorios de la antigua Corona de Aragón. Esta obra constituye la primera historia general de la región aragonesa, lo que añade un interés historiográfico que hace doblemente valioso al conjunto.

Las cartas adquiridas contienen informaciones históricas de especial relevancia en aspectos como las relaciones diplomáticas de los reyes de Aragón, que es tanto como decir la magnitud y extensión de su presencia política en el mundo entonces conocido.

Destaca una copia de época del Tratado entre Jaime I de Aragón y el rey musulmán de Marruecos en 1309 y todas las órdenes cursadas por Fernando II a sus embajadores en Alemania e Italia, así como una carta autógrafa de Gonzalo Fernández de Córdoba, Virrey de Nápoles, el Gran Capitán.

Iranzo ha llamado la atención sobre la presencia en los documentos, el más antiguo del siglo XIII, de escritura encriptada, alguna con las claves para comprenderla en el mismo texto, lo que se debe a las estrategias diplomáticas.